El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó el domingo en Arizona las políticas migratorias del presidente Joe Biden y aseguró que el país está sufriendo una “invasión” de migrantes.

“Debemos detener la invasión a través de nuestra frontera sur”, dijo el republicano en un mitin de campaña en Mesa, Arizona a poco menos de un mes de las elecciones de medio término.

El ex mandatario dio un espaldarazo a las candidata de su partido a la gobernación del estado, Kari Lake, que se enfrenta este noviembre en una reñida contienda en el estado fronterizo con la demócrata, Katie Hobbs, en unos comicios en los que el voto latino es crucial. Arizona no ha tenido un gobernador demócrata desde 2002.

Durante su discurso, Trump invitó a una serie de figuras políticas a subir al escenario, entre ellas Lake y el presidente del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, Brandon Judd. Este último dio su apoyo al expresidente, alabando las duras políticas migratorias del republicano.

“La inmigración al país llegó a su punto más bajo en 45 años durante el gobierno Trump”, aseguró el líder de la organización que representa a los agentes de la Patrulla Fronteriza.

Trump recordó en su discurso una de sus medidas más polémicas, conocida como Permanecer en México (MPP, en inglés), que obligó a las personas que solicitaban asilo en la frontera a quedarse en México mientras su caso era estudiado.

El presidente aseguró que llegó a un acuerdo con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para que el país fronterizo aceptara los migrantes devueltos. “Me llevo bien con él”, dijo Trump del mandatario mexicano, “es socialista por cierto, pero eso está bien”.

El gobierno Biden dio orden de desmantelar el programa MPP a principios de agosto, después de una batalla legal propiciada por estados con gobiernos republicanos que se opusieron a la intención del presidente demócrata de dar fin a la medida impuesta por Trump.

Además de los temas migratorios, Trump también aprovechó su discurso en Arizona para rechazar la investigación en su contra por presuntamente tener documentos clasificados en su residencia en Florida, aunque aseguró que debido a ella sus números en las encuestas han subido.

“Debo ser el único que sube en las encuestas después de que el FBI allana su hogar”, dijo el republicano.

El FBI realizó el pasado 8 de agosto un registro en Mar-a-Lago, la residencia de Trump en Palm Beach, durante el cual decomisó unos 11.000 documentos oficiales, entre ellos 100 clasificados, que el presidente no devolvió cuando abandonó la Casa Blanca en enero de 2021.

Como consecuencia de una demanda que interpuso el expresidente, una jueza de Florida autorizó que un perito independiente revise el material incautado, una decisión que impedía al Departamento de Justicia continuar con la revisión de los documentos clasificados.