El presidente de la Diputación de Ciudad Real, Miguel Ángel Valverde, visita las obras de consolidación de la Venta de Borondo, un edificio clave del patrimonio manchego.
Un legado cervantino rescatado de la ruina
La Venta de Borondo, ubicada en el paraje de Campos de Ureña, en la falda norte de la Sierra Pelada de Daimiel, es uno de los enclaves más representativos del patrimonio cultural de la provincia de Ciudad Real. Este edificio del siglo XVI, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), es considerado por numerosos estudiosos como el lugar donde Don Quijote fue armado caballero, uno de los episodios más célebres de la obra de Miguel de Cervantes.
Durante años, este inmueble ha sufrido un alarmante deterioro estructural. Su importancia histórica y arquitectónica, sin embargo, ha impulsado su inclusión dentro de un plan de recuperación patrimonial que ahora comienza a materializarse con el respaldo de las instituciones públicas.
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Una inversión decisiva para su conservación
La Diputación Provincial de Ciudad Real ha destinado una inversión de 190.000 euros a través del programa de Infraestructuras Turísticas para consolidar y recuperar esta venta histórica. El objetivo principal de estas actuaciones es preservar un símbolo arquitectónico que constituye un ejemplo singular de las ventas castellanas del Renacimiento, destinadas a ofrecer refugio y alimento a los caminantes.
Miguel Ángel Valverde, presidente de la Diputación, ha visitado personalmente las obras, acompañado por representantes municipales, para comprobar el avance de las actuaciones. Durante su visita, ha subrayado el papel fundamental del Ayuntamiento de Daimiel, que asumió la gestión y cesión del edificio con la finalidad de evitar su desaparición.
Intervenciones estructurales de urgencia
Las obras han estado orientadas principalmente a consolidar la estructura del edificio. Se ha actuado de forma prioritaria sobre las cubiertas, que presentaban graves problemas de conservación, lo que comprometía la estabilidad del inmueble. Además, se ha procedido al encalado de los muros exteriores y a la limpieza del entorno, respetando la morfología original del conjunto.
Estas tareas forman parte de una primera fase dentro de un proyecto más amplio, destinado a la recuperación integral del edificio y su entorno inmediato. La venta, que durante siglos ofreció alojamiento y asistencia a viajeros, mantiene una configuración arquitectónica de gran valor etnográfico y cultural, propia de las construcciones rurales del interior peninsular en los siglos XVI y XVII.
Apuesta por el turismo cervantino
La recuperación de la Venta de Borondo se enmarca dentro de una estrategia más amplia de promoción del turismo cervantino en la provincia de Ciudad Real. Se pretende que este inmueble pase a formar parte de las rutas culturales que recorren los escenarios del Quijote, al igual que enclaves como la Motilla del Azuer o el Palacio de Clavería.
Valverde ha manifestado su convencimiento de que este espacio se convertirá en un referente turístico y un punto emblemático dentro del imaginario colectivo de la Mancha literaria. Según ha señalado, el edificio representa la relación directa de la provincia con la obra universal de Cervantes, reforzando así su valor como motor cultural y económico.
Implicación institucional a largo plazo
El presidente provincial ha puesto en valor la valentía y compromiso del equipo de gobierno municipal de Daimiel, que asumió la responsabilidad de gestionar un inmueble declarado BIC a pesar de las dificultades que ello conlleva. Además, ha asegurado que la Diputación continuará apoyando futuras fases del proyecto para consolidar su uso como espacio visitable y centro de interpretación.
Valverde ha recordado que esta actuación forma parte del programa de recuperación del patrimonio BIC, impulsado por la Diputación, que el año pasado destinó fondos a municipios como Infantes, Almagro, Moral de Calatrava y la pedanía de Viso del Marqués. En 2025, este plan se verá reforzado con una dotación presupuestaria de un millón de euros, lo que garantizará la continuidad de intervenciones similares en otros puntos de la provincia.
Un símbolo que trasciende el tiempo
Con cinco siglos de historia a sus espaldas, la Venta de Borondo constituye un testimonio vivo de la arquitectura popular manchega. Más allá de su relevancia literaria, es un ejemplo claro del modo de vida y las estructuras sociales de una época en la que las ventas eran nodos fundamentales para la movilidad, el comercio y la seguridad de los viajeros.
El edificio combina elementos funcionales y simbólicos, como sus patios, muros encalados y tejados a dos aguas, que evocan el paisaje rural cervantino con una fidelidad pocas veces preservada. Su rehabilitación no solo responde a una lógica patrimonial, sino también a una voluntad de revitalización del medio rural a través del desarrollo turístico sostenible.
Compromiso con el patrimonio
El caso de la Venta de Borondo ejemplifica el modelo de cooperación entre administraciones locales y provinciales en favor de la conservación de elementos históricos. La colaboración entre el Ayuntamiento de Daimiel y la Diputación de Ciudad Real se consolida como una vía eficaz para abordar proyectos de envergadura en municipios que, por sus medios limitados, no podrían asumir estas tareas por sí solos.
Con esta intervención, el edificio se encamina hacia un nuevo ciclo de vida, preparado para recibir visitantes, difundir su historia y convertirse en uno de los grandes atractivos culturales de La Mancha.
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