Era la organización criminal con mayor potencial en la elaboración y tráfico de drogas sintéticas en la historia del narcotráfico de España a partir de dos laboratorios de producción de anfetamina, MDMA, metanfetamina y la conocida como ‘cocaína rosa’, en Barcelona además de un centro de almacenaje de la droga. Así actuaba una banda radicada en Barcelona, Málaga e Ibiza pero que actuaba en toda España y Europa y que ha quedado desarticulada tras una operación conjunta entre Policía Nacional y Guardia Civil, en la que se detuvo a 11 personas de diferentes nacionalidades.
Se trata de la operación que ha permitido la incautación del mayor alijo de drogas sintéticas en España y la segunda en Europa, la más importante en los últimos 20 años en éxtasis, según los responsables de la investigación. Además, detallaron que la droga que fabricaba la organización tenía como destino abastecer el mercado negro en el arco mediterráneo español (Andalucía, Islas Baleares, Valencia y Cataluña). En la operación «Latrans-Girasol-Muhlberg» se han intervenido 827.000 pastillas de MDMA (200 kilogramos), 76 kilogramos de sulfato de anfetamina, 39,5 kilogramos de cristal, 217 litros de anfetamina líquida, con una capacidad de producción de 738 kilogramos de sulfato de anfetamina o speed, 310 kilogramos de hachís, 89 kilogramos de marihuana, 2.000 dosis de LSD y 1,65 kilogramos de cocaína rosa. También se han aprehendido 126 litros de ácido sulfúrico, seis litros de ácido clorhídrico, tres litros de acetona, 20 kilogramos de sustancia de corte y 25 litros de diversos líquidos precursores para la fabricación de diversas drogas de síntesis.
DROGA EN TRANSFORMADORES
La organización operaba desde Barcelona, con dos laboratorios de fabricación final de una droga que provenía desde Holanda. También tenían un almacén en el que acumulaban cantidades de sustancias ilícitas. Los responsables policiales señalan que para financiar la droga sintética que procedía de Holanda, tanto en formato pastillas MDMA como en anfetamina líquida para su fabricación en los laboratorios clandestinos de Barcelona, enviaban grandes cantidades de hachís y marihuana, procedentes de Málaga y de Barcelona, para su posterior venta en Europa.
Este hachís y la marihuana la transportaban en transformadores eléctricos trifásicos manipulados, que eran enviados bajo la apariencia de mercancía lícita con coches clásicos. Estos transformadores disponían en su interior de un doble fondo con capacidad para trasladar cientos de kilogramos de droga por viaje y estaban dotados de un sofisticado sistema de apertura eléctrico-hidráulico ideado para imposibilitar su descubrimiento y asegurar la ocultación de las sustancias.
Una vez entregados en Holanda los fardos de hachís o las bolsas envasadas al vacío con marihuana, aprovechaban el viaje de vuelta de esos mismos transformadores para transportar la droga sintética a España. El siguiente paso, una vez que la droga sintética llegaba a nuestro país, era procesarla, actividad para la que usaban a «cocineros», personas expertas en la manufacturación de los diferentes componente químicos para obtener la droga final, sulfato de anfetamina ‘speed’, metanfetamina o MDMA, proceso que tenía lugar en los dos laboratorios que esta estructura criminal había instalado de Barcelona.
Sus redes principales para el tráfico de las diferentes sustancias se localizaban en Ibiza, Málaga y Barcelona, donde la organización contaba con viviendas logísticas desde las que distribuían la droga por España usando para este objetivo coches de alquiler y vehículos con doble fondo, con los cuales podían mover la sustancia estupefaciente sintética sin ser detectados.
La organización usaba terminales móviles de mensajería cifrada para comunicarse, con dispositivos de bloqueo/borrado/cifrado del teléfono y provistos de un botón del pánico ante la adversidad que les supondría que sus terminales móviles fueran intervenidos. La investigación ha durado un año y el pasado octubre se desarticularon dos laboratorios de elaboración de droga sintética en Barcelona, con tres detenidos. Uno de los laboratorios proporcionaba a la organización una gran capacidad en la manufacturación de las sustancias estupefacientes; el segundo, si bien de menor productividad que el anterior, también servía para el almacenaje de la droga.
En esta fase de la operación fueron intervenidas 174.000 pastillas de MDMA, 40 kilogramos de sulfato de anfetamina (speed), 10 litros de Bencil Metil Cetona (sustancia de producción, también para elaborar speed), 25 litros de anfetamina líquida mezclada con precursor , 18 kg. de sustancia de corte (lidocaína, cafeína, levamisol), diferentes ácidos para su elaboración (ácido clorhídrico y sulfúrico), así como material para la elaboración, envasado y pesado de la droga, dinero en metálico y terminales móviles junto con su dispositivo de cifrado y una motocicleta.
Los principales cabecillas de la banda eran de nacionalidad holandesa. Precisamente en la segunda fase en noviembre se desarticuló el sistema de distribución con este país lo que comportó que los principales responsables de la organización se trasladasen a la provincia de Málaga, ya que tenían infraestructura para seguir con el tráfico de droga. Los investigadores desubrieron un posible envío de sustancia estupefaciente desde la provincia Málaga a Holanda, transportado en un camión como posible mercancía lícita y con carta de porte CMR.
Los agentes decidieron monitorizar la ruta del camión hasta la frontera de Irún con Francia, donde se estableció un dispositivo de inspección del vehículo y mediante el que se descubre que transportaba dos coches clásicos además de dos transformadores eléctricos trifásicos. Estos transformadores disponían de un doble fondo con un sistema de apertura eléctrico-hidráulico que ocultaba en su interior 310 kg. de fardos de hachís y 89 kg. de marihuana envasada al vacío.
EL MAYOR ALIJO
A finales de noviembre se realizaron diez registros (cinco de ellos simultáneos) en las provincias de Málaga, Barcelona e Ibiza. Se detuvo a nueve personas en estas ciudades, todo el escalón intermedio de la organización, así como al máximo responsable de ésta, un ciudadano holandés. También se desmanteló el almacén principal de la organización, localizado en Barcelona, donde se intervinieron 651.000 pastillas de MDMA (éxtasis), 35,242 kg. de sulfato de anfetamina (speed), 2000 dosis de LSD (Dieltilamida Ácida Lisérgico), 39,5 kg. de cristal (metanfetamina), 180 litros de anfetamina líquida de gran pureza, 1,3 kg. de sustancia de corte (lidocaína, cafeína, levamisol), 1’650 kg. de 2C-B (conocido como nexus, erox, pantera rosa, tussi , tucibí, etc.).
En los registros en viviendas y ubicaciones logísticas de la organizaciónfueron intervenidas dos armas de fuego -un revólver y una pistola semiautomática-, dos granadas de mortero, un machete, ordenadores, teléfonos encriptados con sus dispositivos de cifrado de mensajería, cinco vehículos y tres embarcaciones de recreo -dos motos de agua y un barco-. Además, los investigadores han bloqueado 23 cuentas bancarias -en torno a 100.000- vinculadas a todos los miembros de la organización detenidos. En uno de los registros, un integrante de la organización criminal disparó contra agentes de las unidades tácticas que ‘asaltaron’ la vivienda en la que se encontraba.
Los responsables policiales remarcan la importancia de los 217 litros de anfetamina líquida intervenida, cantidad esta que si se hubiera procesado en los laboratorios que la organización disponía en Barcelona habría producido unos 738 kilogramos de sulfato de anfetamina (speed), constituyendo la mayor aprehensión de anfetamina que se ha producido nunca en España.