El próximo viernes, Venezuela vivirá una de las jornadas más tensas y rocambolescas de su historia política reciente. Nicolás Maduro está programado para iniciar su tercer mandato presidencial en el Palacio Federal Legislativo, respaldado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) tras las controvertidas elecciones del 28 de julio. Sin embargo, el opositor Edmundo González Urrutia asegura que fue él quien ganó los comicios y promete aparecer en el acto para reclamar su derecho a la Presidencia.

Un clima de tensión previo a la ceremonia

El país se encuentra al borde de un choque político sin precedentes. Mientras el oficialismo confía en que Maduro jure el cargo como establece la Constitución, la oposición ha intensificado su presión. González Urrutia, junto a otros líderes opositores como María Corina Machado, ha convocado movilizaciones en Caracas para protestar contra lo que consideran un fraude electoral. Por su parte, el chavismo también planea marchas en apoyo al mandatario.

La situación escaló aún más con la denuncia de González Urrutia sobre el secuestro de su yerno, Rafael Tudares, en Caracas. Según el opositor, encapuchados interceptaron a Tudares mientras llevaba a sus nietos a la escuela. Este incidente, aún sin resolver, ha añadido un elemento de incertidumbre y temor en un país ya polarizado.

El regreso de María Corina Machado y el apoyo internacional

María Corina Machado, una de las figuras más destacadas de la oposición, confirmó su participación en las manifestaciones de mañana, llamando a los venezolanos y a la comunidad internacional a movilizarse. “Esto es un evento histórico del que todos debemos ser parte”, declaró Machado, quien ha destacado los logros de la oposición a pesar de las trabas impuestas por el régimen chavista.

Por su parte, González Urrutia ha estado en una gira internacional que lo llevó a Washington, donde recibió el respaldo del presidente Joe Biden. Sin embargo, las autoridades chavistas han advertido que será arrestado si intenta ingresar al país. Según el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) garantizará la seguridad de la toma de posesión de Maduro, y Diosdado Cabello ha amenazado con una “respuesta contundente” a cualquier intento de desestabilización.

Caracas bajo vigilancia extrema

En los días previos al evento, Caracas ha sido blindada con un refuerzo significativo de la seguridad. Más de 1.200 efectivos adicionales patrullan la capital, y la vigilancia en infraestructuras clave, como el metro y las autopistas, ha aumentado notablemente. Según Alexander Granko, jefe de la Dirección de Acciones Especiales de la Contrainteligencia Militar, esta medida busca proteger al país ante posibles amenazas.

Escenario incierto para Venezuela

La ceremonia de toma de posesión de Maduro podría marcar un momento crítico en la historia reciente de Venezuela. Mientras el oficialismo defiende la legitimidad del acto, la oposición promete hacer todo lo posible para denunciar lo que consideran un fraude electoral. La polarización es evidente, y el país se encuentra en una encrucijada que podría tener repercusiones tanto a nivel nacional como internacional.