cuatro acusados de violar a una joven que por aquel entonces era menor de edad, negando que dicha agresión se produjera.
Tres de los cuatro individuos no hablan castellano con fluidez y han requerido de la presencia de un traductor en el juicio. Todos ellos niegan que cometieran una violación, aunque uno de ellos reconoce que sí hubo relaciones sexuales con la menor, asegurando que estas fueron ‘consentidas’, y negando también que todos ellos tengan implicación alguna en los hechos que se les imputan.
La presunta violación tuvo lugar en un bar el 13 de julio de 2019, cuando coincidieron en un bar y terminaron yendo a un piso donde habría sucedido. Una contradicción de ambas partes es que ella asegura que los presuntos violadores hablaron castellano con ella la noche de los hechos, aunque los abogados de los demandados niegan que dominen el idioma con fluidez.
La víctima dice que sufre graves secuelas psicológicas
La joven que ha denunciado la presunta violación, menor de edad cuando todo ello ocurrió, asegura que «tiene ataques de pánico«, que «no puede salir a la calle», «tiene pensamientos suicidas» y asegura que «siente fobia» hacia los hombres que se le acercan, incluidos los de su propia familia, a causa de los hechos de los que denuncia ser víctima.
También asegura que logró zafarse en uno de los momentos en que estaba siendo violada para llamar a las autoridades y alertarles de lo que estaba sucediendo sin que sus presuntos autores se dieran cuenta. Uno de ellos testifica que no entendió el motivo de la detención cunado fue detenido hasta que su traductor se lo explicó en dependencias policiales.
La Fiscalía ha solicitado que se condene a un total de 55 años de cárcel a los cuatro individuos, además de indemnizar a la víctima con un total de 40.000 euros, acusando a tres de ellos de una presunta violación y a otro de un intento de violación.