Irán continúa sufriendo jornadas de protestas

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Irán está viviendo una nueva jornada de protestas en varias ciudades por la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por llevar mal el velo, unas movilizaciones que entran en su cuarta semana.

En los alrededores de la prestigiosa Universidad de Sharif de Teherán pequeños grupos de jóvenes y mujeres sin velos se arremolinaban en esquinas desde las que lanzaban eslóganes, en medio de una fuerte presencia policial, con docenas de antidisturbios por la zona.

«¡Apoyadnos, apoyadnos policía!», gritaba una mujer que no llevaba velo en las inmediaciones del centro universitario a los agentes antidisturbios presentes para que se uniesen a los manifestantes.

En un tenso ambiente, algunas personas discutían con policías, mientras los primeros gases lacrimógenos comenzaban a oscurecer las calles.

«Muerte a la República Islámica», gritaba un grupo de jóvenes en una calle lateral de la universidad, a lo que añadían «República Islámica no te queremos, no te queremos».

Un hombre gritaba «no tenéis honor» a los agentes, mientas varias de las tiendas de la zona tenían las persianas medio bajadas.

También se escuchaban disparos, pero no fue posible distinguir de qué tipo.

Además, muchos conductores hacían sonar sus cláxones por la zona, en una muestra de apoyo a las protestas.

La Universidad Tecnológica de Sharif fue escenario el pasado domingo de fuertes choques con las fuerzas de seguridad, lo que llevó a las autoridades a suspender las clases presenciales, a pesar de lo cual sus estudiantes habían anunciado una protesta hoy.

En otros puntos del país se vivieron también protestas, como en las ciudades de Shiraz, Isfahan, Gohardasht o Kerman, entre otras, según vídeos sin verificar compartidos en redes sociales por activistas y periodistas.

Los choques estaban siendo especialmente duros en el Kurdistán iraní, región de origen de Amini.

Así, la ONG kurda con sede en Oslo Hengaw informó de que en las ciudades de Sanandaj y Saqqez hubo fuertes choques en los que las fuerzas de seguridad dispararon a los manifestantes.

Amini, de 22 años, murió el 16 de septiembre tras ser detenida tres días antes por la llamada Policía de la moral en Teherán por considerar que llevaba mal puesto el velo islámico.

La estatal Organización de Medicina Forense de Irán afirmó ayer viernes -y por lo tanto festivo- que Amini falleció por una dolencia previa y no por por golpes de la policía.

El informe forense del organismo estatal determinó que el fallecimiento de la joven se debió a un fallo multiorgánico tras hipoxia (disminución de oxígeno) cerebral y no fue «causada por golpes en la cabeza y órganos vitales y extremidades del cuerpo».

La muerte de Amini ha desatado unas protestas que se suceden desde entonces y han ido mutando desde grandes movilizaciones con mujeres quemando velos fuertemente reprimidas por las fuerzas de seguridad a las universidades e incluso a colegios en los que las niñas se quitan los velos.

Esos choques causaron 41 muertos según el recuento de la televisión estatal de la semana pasada, pero la ONG Irán Human Rights, con base en Oslo, eleva la cifra a 92.