El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a reclamar al Gobierno una explicación sobre el apoyo a Marruecos en su plan de autonomía sobre el Sáhara Occidental y ha acusado al presidente, Pedro Sánchez, de «no respetar» España por permitir las manifestaciones de Rabat sobre las fronteras con Ceuta y Melilla.
«Sánchez nos debe explicar cuál es el motivo del giro histórico de una posición que estaba consensuada en las Cortes de España sobre nuestra relación de respeto, amistad y vecindad con Marruecos y Argelia», ha exigido el dirigente popular durante su intervención en la clausura la Convención del PP de Canarias.
Feijóo ha hecho referencia al volantazo diplomático de Moncloa en favor de Marruecos tras la polémica carta que hace una semana Rabat envió a la ONU, en la que afirmaba que su país «no cuenta con fronteras terrestres con España» y que Melilla «sigue siendo un presidio ocupado», por lo que «no se podrá hablar de fronteras, sino de simples puntos de acceso».
Tras la polémica generada, un alto cargo del Ministerio de Exteriores marroquí rectificó y comunicó a EFE que la declaración conjunta firmada entre Marruecos y España el 7 de abril reconoce que entre los dos países hay también «fronteras terrestres».
En este sentido, el líder del PP ha defendido que Ceuta y Melilla son españolas «desde hace siglos» como lo son otras regiones como Barcelona, Sevilla y Gran Canaria, algo que considera que debemos decir «alto y claro». «¿Por qué se sigue tolerando estas manifestaciones [de Marruecos]. Los españoles necesitan una explicación, sea confesable o inconfesable… Tenemos derecho a saber qué se ha pactado», ha insistido. A juicio del popular, las declaraciones del reino alauita sobre las fronteras con Ceuta y Melilla demuestran que Sánchez «no respeta» España porque a él como presidente tampoco «le respetan».
Cabe recordar que tras la carta enviada por Marruecos a la ONU, el presidente socialista afirmó que Ceuta y Melilla «son España». Por su parte, el ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska, aseguró que Rabat un socio «leal» y «fraternal» y afirmó que las relaciones entre ambos países son «excepcionales y extraordinarias».
Crisis diplomática con Argelia
Los populares también critican el giro de Sánchez con el Sáhara Occidental por las consecuencias diplomáticas y económicas en la relación con Argelia, principal rival de Marruecos en el Magreb y valedor de la independencia del Sáhara Occidental. La primera reacción de Argel al giro diplomático fue anunciar una revisión de los precios energéticos pactados con España y poner trabas a la industria cárnica española.
Fue el 8 de junio cuando anunció la suspensión de los intercambios comerciales con España. Argel escenificó el boicot suspendiendo el Tratado de Amistad Buena Vecindad y Cooperación con España. A su vez, la Asociación Profesional de Bancos y Entidades Financieras (ABEF), patronal de los bancos argelinos, ordenó congelar las domiciliaciones de los intercambios comerciales con nuestro país. La ruptura, sin embargo, no ha afectado en ningún momento a las compras de gas argelino.
Durante el mes de junio y julio, el veto comercial de Argelia le costó a España más de 4.400.000 euros al día en ventas al país norteafricano.