Más de 350 personas caminan por la fibromialgia en una jornada que consolida esta cita solidaria en el calendario de la ciudad
Ciudad Real ha celebrado este domingo la segunda edición de la Marcha Nórdica FibroReal, un evento que ha logrado reunir a más de 350 participantes y que se afianza como una referencia en la lucha por la visibilidad de la fibromialgia y otras enfermedades raras. Organizada por la asociación FibroReal, la marcha ha contado con el respaldo institucional del Ayuntamiento de Ciudad Real y la implicación directa de los concejales Pau Beltrán (Deportes) y Aurora Galisteo (Servicios Sociales).
Crecimiento notable respecto a la primera edición
En comparación con su primera convocatoria —que reunió algo más de 200 personas—, esta segunda marcha ha evidenciado un notable crecimiento de interés. Desde la organización se ha valorado el aumento de la participación como una señal clara de que la ciudadanía responde cuando se combinan deporte, salud y solidaridad.
La marcha partió del Parque de Gasset y recorrió la Vía Verde hasta el puente y regreso, en un trayecto adaptado a todas las edades y condiciones físicas, lo que subrayó su carácter inclusivo y accesible.
Apoyo institucional y mensaje de unidad
El concejal de Deportes, Pau Beltrán, destacó que la marcha nórdica “ha venido para quedarse” y se refirió a ella como una disciplina deportiva en auge, con crecientes seguidores por su accesibilidad y beneficios. Subrayó la buena acogida que esta práctica tiene en la ciudad y expresó el compromiso del Ayuntamiento de seguir apoyando esta iniciativa en el futuro.
Beltrán también aprovechó para agradecer la implicación de la junta directiva de FibroReal y de los voluntarios, poniendo en valor el papel de estas actividades en la sensibilización social. En sus palabras, “estas acciones no entienden de colores políticos, solo de unión y compromiso social”, reforzando así la dimensión colectiva y solidaria del evento.
Romper estigmas y generar empatía
Por parte de la organización, la presidenta de FibroReal, Prado Estrada, recordó que muchas de las personas afectadas por fibromialgia no presentan síntomas visibles, aunque sufren severas limitaciones. La marcha nórdica busca, en este sentido, romper estigmas y generar empatía, además de crear un espacio de convivencia saludable.
Estrada también explicó que el recorrido se había diseñado para que cada persona pudiera adaptarlo a sus capacidades, reforzando el carácter participativo y no competitivo de la jornada. “Lo importante es caminar juntos, visibilizar la enfermedad y sentir que no estamos solos”, fue el mensaje que lanzó a los asistentes.
Representación plural y ambiente familiar
Entre los caminantes se encontraban personas de todas las edades, desde niños hasta personas mayores, muchas de ellas acompañadas por sus familias. También participó el concejal socialista Nacho Sánchez, como muestra del apoyo transversal a esta causa desde distintos sectores políticos y sociales de la ciudad.
El ambiente festivo y comprometido convirtió la jornada en una auténtica fiesta de la solidaridad, en la que los valores de bienestar, empatía e integración fueron los protagonistas.
Una marcha que se consolida en el calendario ciudadano
Con esta segunda edición, la Marcha Nórdica FibroReal se consolida como una cita imprescindible en el calendario solidario y deportivo de Ciudad Real, no solo por el volumen de participación, sino también por el impacto social que genera. Su combinación de actividad física y concienciación convierte a esta marcha en una poderosa herramienta de transformación comunitaria.
Desde el Ayuntamiento de Ciudad Real se reiteró el respaldo a este tipo de propuestas, en línea con la apuesta institucional por el deporte inclusivo y el fomento del bienestar integral de la ciudadanía.
FibroReal, una asociación comprometida
La labor de FibroReal va más allá de la organización de eventos. Esta asociación lleva años trabajando para visibilizar la fibromialgia y otras enfermedades poco reconocidas, prestando apoyo directo a personas afectadas y a sus familias. A través de campañas de información, talleres, charlas y colaboraciones institucionales, se ha convertido en un referente local en materia de salud y sensibilización.
La marcha nórdica, en este contexto, es una expresión práctica de su filosofía, que apuesta por el empoderamiento de las personas con enfermedades crónicas y por la construcción de entornos más justos y comprensivos.
Proyección de futuro
De cara a futuras ediciones, tanto el Ayuntamiento como FibroReal coinciden en la necesidad de seguir creciendo y de involucrar a más agentes sociales, educativos y sanitarios para ampliar el impacto de la marcha y convertirla en una actividad regional de referencia.
Consolidar esta cita como una plataforma de reivindicación, encuentro y bienestar es el objetivo compartido. Y a juzgar por la evolución de las dos primeras ediciones, la senda ya está trazada.