El F.C. Barcelona atraviesa su peor momento de la temporada. Los culés habían comenzado el curso dejando buenas sensaciones y la ilusión se apoderó de la Ciudad Condal. Los partidos ante equipos grandes, sin embargo, han bajado a la tierra a un equipo que ha desnudado sus carencias ante Bayern Múnich, Inter por partida doble y Real Madrid. De cuatro partidos clave, el Barcelona ha sacado un punto de 12. Inadmisible para un equipo que hipotecó su futuro con las famosas palancas y que presumía de que iba a luchar por todos los títulos está temporada.
Muchos son los retratados. El primero Xavi Hernández. Un entrenador que ha demostrado estar muy verde en lo táctico y que no tiene plan B. Sus números desde que llegó al Barcelona hablan por sí solos: el peor míster desde el 2001.
Otro de los señalados es Gerard Piqué. El central, que hace tiempo que dejó de lado el fútbol como prioridad, fue uno de los grandes culpables de la debacle ante el Inter en el Camp Nou. Con contrato en vigor hasta 2024, Piqué es ahora mismo una enorme piedra en la mochila azulgrana.
El caso de Eric García es de juzgado de guardia. Un central blandísimo en la marca que sale a error grave por partido y que desnuda día a día sus limitaciones como central. De premio a su nefasta campaña Luis Enrique le llevará al Mundial.
Pero sin duda el caso más sangrante es el de Sergio Busquets. El capitán del F.C. Barcelona es el único que no tiene un recambio específico en la plantilla. Un fallo clamoroso en la planificación deportiva que le ha costado muy caro al Barça. Busquets, indiscutible para Xavi y también para Luis Enrique, sufre horrores en partidos de máxima exigencia física. Sin balón es un auténtico agujero en la sala de máquinas, incapaz de llegar para hacer cobertura, su presencia hace que el equipo de Xavi se haga añicos en las transiciones.
La dirección deportiva está harta de Busquets y ya se mueven para conseguir un recambio de garantías. Suenan Kanté -termina contrato este verano con el Chelsea-, Jorginho -también queda libre en 2023 el italo-brasileño del Chelsea-, Zubimendi -ancla de la Real Sociedad de Imanol- o el portugués Rúben Neves (Wolverhampton, 25 años) son algunos de los nombres que suenan. El Barcelona necesita músculo en la medular y el error de no fichar a un sustituto para un Busquets en pleno ocaso de su carrera – a sus 34 años terminará contrato este verano -, condenan a un equipo que ha demostrado no estar preparado para luchar con los gigantes europeos.