Esta mañana, las playas de Cádiz han amanecido con varios metros del alga Rugulopteryx okamurae invadiendo las orillas de Barbate (Cádiz), después de que la marea la arrastrase hacia el interior durante la noche. El paisaje se complementa con la ausencia de turistas, debido al estado de putrefacción que presenta el alga. Hosteleros y comerciantes de la zona comparten su preocupación a los medios por lo que puede ser el golpe de gracia al turismo local tras la pandemia del Covid-19.
La especie invasora se localiza a lo largo del litoral de Gibraltar, llegando a Málaga y amenazando al Mediterráneo. Desde el año 2014 el fondo oceánico se ha visto «tapizado» por el alga, afectando al resto de la fauna local y haciendo peligrar a todo el ecosistema. El pasado de 20 de julio ya se empezó a ver los estragos, cuando las costas de Los Caños de Meca (Cádiz) acaecieron con cientos de peces muertos en la orilla. Se cree que un lecho marino repleto de algas es lo que está asfixiando al ecosistema.
Pese a las iniciativas actuales para retirar el alga, la administración parece no dar pábulo a las peticiones de crear una medida de impacto inmediato y muchos particulares culpan a los ayuntamientos de poner trabas en la recogida del alga, permitiendo que se propague con libertad. Por su parte, los vecinos de la zona piden al turismo no abandonar el lugar y que denuncien la situación para que se tomen medidas al respecto.
La especie que amenaza el Mediterráneo
Equipos de investigación advierten del peligro que nos deja esta plaga. Lo que por ahora es un problema local, puede llegar a tapar toda la costa europea y africana e incluso llegando al Atlántico. Por ahora el impacto del alga es preocupante en Gibraltar, pero la Rugulopteryx okamurae ya está presente en toda la costa andaluza e incluso parte de la murciana.
El Alga fue incluida en el año 2020 en la lista de especies invasoras de España, lo que permitió dotar de ayudas a ayuntamientos y pescadores afectados. El Ministerio de Transición Ecológica, está trabajando en un plan de control, pero advierten que pueden pasar de 6 a 12 meses hasta su puesta en marcha.
Una oportunidad de emprendimiento
Varias empresas y particulares ya han expresado su interés en recoger el alga para su comercialización. Al parecer la Rugulopteryx tiene propiedades antioxidantes y su composición es efectiva contra ciertos virus y bacterias, lo que la hace interesante para la industria cosmética.
También se barajan más opciones, como la de utilizarla en la fabricación de bioplásticos, procesarla para embalar e incluso utilizarla como fuente de energía. Todas estas propuestas han sido escuchadas por el gobierno, que insiste en priorizar un plan de acción conjunta contra el alga antes de permitir su explotación comercial.