El equipo recibió el reconocimiento institucional y el cariño de la afición tras una gesta que marca un nuevo hito en el deporte local
La ciudad de Ciudad Real sigue vibrando con la emoción tras el histórico ascenso del Balonmano Caserío a la Liga Asobal, la máxima categoría del balonmano nacional. Este lunes 26 de mayo, el equipo ha sido protagonista de una jornada inolvidable con una recepción oficial en el Ayuntamiento y una gran celebración popular en la Plaza Mayor.
El acto ha estado presidido por el alcalde Francisco Cañizares, acompañado de los portavoces de los diferentes grupos municipales, que han querido unirse al homenaje a los protagonistas de una gesta deportiva que ya forma parte de la historia reciente de la capital.
“Un sueño de sentirse importantes, de volver por donde fueron los éxitos”, ha señalado el alcalde, visiblemente emocionado, al dirigirse a jugadores y cuerpo técnico. “Ya formáis parte de la historia del balonmano de esta ciudad, y eso no es poca cosa”, añadió, recordando hitos como el ascenso de 1992.
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Emoción, agradecimientos y peticiones de apoyo
Durante la ceremonia, el presidente del club, Julián Amores, dedicó el momento a “todos los que han estado y están” en el Balonmano Caserío desde su fundación en 2011. Un agradecimiento que incluye jugadores, técnicos, directiva y, por supuesto, a la afición que nunca ha dejado de creer.
Por su parte, el entrenador Santiago Urdiales apeló a la unión de toda la ciudad para respaldar al equipo en su nueva etapa:
“Vamos a necesitar más apoyo que nunca para consolidarnos en la élite”.
Un momento especialmente emotivo llegó con las palabras del capitán Pablo Campanario, que se despide del equipo tras esta hazaña:
“Me voy con el orgullo de haber formado parte de esta gesta en una ciudad que también siento como mía”, dijo entre aplausos.
Fiesta y comunión con la afición en la Plaza Mayor
Tras el acto institucional, jugadores, cuerpo técnico y directiva salieron al balcón del Ayuntamiento, donde ofrecieron el trofeo de campeones de la fase de ascenso a una Plaza Mayor abarrotada. La emoción era palpable y los cánticos de la afición se mezclaban con lágrimas de alegría.
La jornada culminó con un gran acto en el escenario instalado en la Plaza Mayor, donde los aficionados recibieron uno a uno a todos los protagonistas de esta gesta. Un momento de comunión entre equipo y ciudad, símbolo de un logro colectivo que representa mucho más que un ascenso deportivo.
Ciudad Real vuelve a la élite del balonmano
Con este ascenso a la Liga Asobal, Ciudad Real recupera su lugar en la élite del balonmano español, una posición que ya conoció con el mítico Balonmano Ciudad Real. Ahora, es el turno del Balonmano Caserío, que ha sabido construir desde la base un proyecto sólido, ilusionante y comprometido con la ciudad.
El Ayuntamiento y el conjunto de las instituciones han mostrado su respaldo y se espera que este sea solo el inicio de una nueva etapa gloriosa para el deporte en la capital.