La Semana Santa en Argamasilla de Calatrava ha tenido este año un sabor especialmente tradicional, gracias a la iniciativa del Centro de Mayores de la localidad, que se convirtió en un punto de encuentro gastronómico y de ocio para la población mayor. La programación, diseñada para disfrutar de las recetas más emblemáticas de estas fechas, ha logrado reunir a un gran número de participantes, demostrando que la tradición y la cultura culinaria siguen siendo pilares fundamentales de la comunidad.
Gastronomía y Tradición
El Consejo de Mayores puso manos a la obra para preparar torrijas, un dulce ícono de la Semana Santa, ofreciendo una degustación abierta a todos los usuarios y socios del centro. Este gesto no solo permitió compartir un momento de alegría y sabor, sino también revivir las tradiciones que forman parte del patrimonio cultural de Argamasilla de Calatrava.
Al día siguiente, el protagonismo lo tomó el potaje de vigilia, otro clásico de la gastronomía de Cuaresma, cuya degustación contó con la presencia del alcalde Jesús Ruiz y el concejal Sergio Gijón. Ambos representantes municipales pudieron apreciar la forma tradicional de su elaboración y no dudaron en expresar su gratitud a todos aquellos que hicieron posible estas celebraciones culinarias.
Agradecimiento Municipal
Ruiz y Gijón aprovecharon la ocasión para felicitar y agradecer a las personas implicadas en la organización de estas actividades, destacando el trabajo y la dedicación de los mayores para enriquecer la programación del Centro. “Por todo el trabajo e implicación que tienen para llevar a cabo una programación de actividades que es del gusto de todos los mayores”, manifestaron, reconociendo el valor de mantener vivas las tradiciones y el compartir comunitario.
Ocio y Competencia Culinaria
La programación de Semana Santa también incluyó un bingo especial y, como punto culminante, un concurso de postres típicos de Semana Santa. Este concurso, abierto a la participación de personas mayores, no solo puso a prueba las habilidades culinarias de los participantes, sino que también ofreció la oportunidad de compartir y disfrutar de una amplia variedad de delicias típicas de estas fechas.
Los postres, evaluados por un jurado, recibieron diferentes premios según su calidad y autenticidad. Sin embargo, el verdadero premio fue la oportunidad de degustar estos manjares en compañía, reforzando los lazos de la comunidad y celebrando juntos la riqueza de la tradición gastronómica local.
La celebración de la Semana Santa en el Centro de Mayores de Argamasilla de Calatrava ha demostrado una vez más que la cocina tradicional y las festividades religiosas son excelentes vehículos para el encuentro, la memoria colectiva y la cohesión social, especialmente entre las generaciones mayores, guardianas de las tradiciones y el patrimonio cultural de la región.