Los marineros se piensan dos veces salir a faena. Los costes del carburante ahogan al sector. «Mira, estos tres barcos ya se vendieron. No sale a cuenta dedicarse a esto», es lo que cuenta Isaac, patrón mayor de Portosín (A Coruña), cuando llegamos al mayor puerto de cerco de toda España.
La otra opción es quedarse en tierra, dedicarse más días a la semana a preparar los aparejos, o salir menos horas al mar. «Si antes pasabas toda la noche fuera para traer la sardina, ahora intentas reducirlo a tres o cuatro horas», comenta.
Isaac nos muestra uno de los barcos que están amarrados a puerto. En él trabaja una tripulación de once personas y entre todos han decidido pasar menos horas faenando para abaratar costes. «Este barco, en pocas horas, consume 300 euros en combustible y puede traer un máximo de 2.000 euros en sardinas. A esto hay que sumarle los sueldos y seguros de hasta once personas. Haz las cuentas porque a mi no me salen», explica.
El sector se siente ahogado por los costes y piden que se equiparen los precios de los carburantes en todas las cofradías de España.