La reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana ha quedado paralizada. La Comisión de Interior del Congreso de los Diputados ha rechazado esta pasada semana el dictamen pactado entre el PSOE y Podemos. Y la norma ha quedado en el dique seco porque algunos de los socios de Pedro Sánchez, por supuesto Bildu, querían que la reforma fuese aún más dura en algunos puntos concretos.
Por ejemplo, en la limitación del material antidisturbios a la Policía o Guardia Civil. Pero Bildu no renuncia a su deseo de acabar con las pelotas de goma y favorecer, de ese modo, un menor control de los ataques callejeros. La formación proetarra ha solicitado ya toda la información al Gobierno de Sánchez sobre el uso de estas pelotas de forma que pueda ejercer un control personal más duro sobre su utilización.
El PSOE, Podemos, ERC, Bildu o Junts habían llegado inicialmente a un acuerdo con respecto al proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana. El objetivo del cambio normativo era eliminar la obligación de comunicación previa de las convocatorias de manifestaciones, endurecer las posibilidades de realizar cacheos, acabar con las sanciones por resistencia «pacífica» o, sólo por citar otro ejemplo, rebajar la presunción de veracidad de los testimonios de los agentes policiales.
Pero los socios más radicales querían más. Y lo querían, sobre todo, en un aspecto muy concreto: el uso legítimo de la fuerza por parte de las Fuerzas de Seguridad para acabar con los disturbios y ataques callejeros. Y una de las exigencias en esa materia pasaba por prohibir el uso de las pelotas de goma por parte de la Policía. El PSOE no la ha aceptado pese a las negociaciones iniciales en esta materia y, fruto de ello, el acuerdo ha saltado por los aires.
Ahora, uno de los partidos más combativos en esta materia, Bildu, ha decidido mantener otro frente para acabar con las pelotas de goma. Su diputado Jon Iñárritu ha reclamado información por escrito al Gobierno con detalles sobre las siguientes cuestiones: «¿En cuántas ocasiones se ha hecho uso de pelotas de goma por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) en los últimos 10 años? (Por año, mes, provincia, municipio, cuerpo policial y motivo). ¿En cuántas ocasiones se ha hecho uso de botes de humo por parte de las FCSE en los últimos 10 años? (Por año, mes, provincia, municipio, cuerpo policial y motivo). ¿En cuántas ocasiones se ha hecho uso de botes de gas lacrimógeno por parte de las FCSE en los últimos 10 años? (Por año, mes, provincia, municipio, cuerpo policial y motivo)».
El objetivo es obvio: lanzar una campaña de presión mediática para forzar la limitación de este material antidisturbios y, de paso, deteriorar la imagen de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
En una segunda batería de preguntas, la formación proetarra ha reclamado igualmente al Gobierno esta información: «¿En qué fecha se emitió la última circular que fija los criterios de utilización de material antidisturbios en la Policía Nacional? ¿En qué fecha se emitió la última circular que fija los criterios de utilización de material antidisturbios en la Guardia Civil? ¿Cuáles son las similitudes y diferencias entre los criterios de utilización de cada material antidisturbios en ambos cuerpos? ¿Cuál es el material antidisturbios de cada uno de los cuerpos policiales?»
Toda una recopilación de información tendente a mantener el ataque a este material básico para dispersar los disturbios y ataques callejeros, precisamente, sin tener que pasar al cuerpo a cuerpo.