El agua es un elemento de la naturaleza que forma parte de todos los ecosistemas y que es esencial para el sostenimiento y la reproducción de la vida en el planeta. Forma parte indispensable del desarrollo de los procesos biológicos que la hacen posible.
El planeta Tierra está formado, en su mayoría, por agua, así como nuestro cuerpo se compone de un alto porcentaje de H2O. Mantenerse hidratado es importante para nuestro bienestar, ya que no solo nos quita la sed, sino que mantiene nuestras articulaciones lubricadas, ayuda a prevenir infecciones y transporta nutrientes a nuestras células.
El recurso hídrico resulta esencial para la humanidad y para el resto de los seres vivos. La contaminación del agua y su escasez plantean amenazas para la salud humana y la vida de los hábitats del planeta. Tiene propiedades únicas y es un elemento indispensable para la subsistencia de la vida animal y vegetal del planeta. Este líquido vital constituye más del 80% del cuerpo de la mayoría de los organismos e interviene en la mayor parte de los procesos metabólicos que realizan los seres vivos.
Actualmente la humanidad está reaccionando frente al desabasto y la contaminación, buscando soluciones para las problemáticas con que se enfrenta.
Pero, según un estudio de la Universidad St. Andrews de Escocia, si bien el agua, tanto con gas como sin gas, hace un trabajo bastante bueno para hidratar rápidamente el cuerpo, la realidad es otra: las bebidas con un poco de azúcar, grasa o proteína hacen un trabajo aún mejor al mantenernos hidratados. La razón tiene que ver con la forma en que nuestros cuerpos responden a las bebidas, según explica Ronald Maughan, profesor de la Facultad de Medicina de St. Andrews y autor del estudio, a CNN.
Por lo tanto, hay varios factores que influyen y se deben tener en cuenta. Uno de ellos es el volumen, ya que cuanta más cantidad bebemos, más rápido se vacía la bebida del estómago, y se absorbe en torrente sanguíneo. Posteriormente, diluye los fluidos del cuerpo e hidrata el organismo. Otro de los factores que hay que tener cuenta son los nutrientes, ya que es importante analizar de qué está compuesta la bebida.
“Este estudio nos dice mucho de lo que ya sabíamos: los electrolitos, como el sodio y el potasio, contribuyen a una mejor hidratación, mientras que las calorías en las bebidas dan como resultado un vaciado gástrico más lento y, por lo tanto, una liberación de orina más lenta”, explica a la CNN Melissa Majumdar, portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética, según recoge Business Insider.
Dicho esto, se ha descubierto que la leche hidrata más que el agua por su contenido en lactosa, grasa y proteína. Estos tres nutrientes hacen que el líquido del estómago se vacíe más lentamente, lo que provoca que el cuerpo se mantenga hidratado durante más tiempo. La leche también tiene sodio, que actúa como esponja y retiene el agua del cuerpo, por lo que produce menos orina.
Otras bebidas para hidratarse
Con las bebidas de rehidratación oral que se usan para tratar la diarrea ocurre algo similar, ya que al contener pequeñas cantidades de azúcar, sodio o potasio, también ayuda a promover la retención de agua. Mientras tanto, el alcohol actúa como diurético, lo que provoca que orines más. Ahora bien, la hidratación depende del volumen total de una bebida, de la misma manera que la cantidad de cafeína juega un papel importante respecto a hidratarse con café.
Por otro lado, hay que tener cuidado con los zumos industriales y las bebidas gaseosas por un alto contenido en azúcares concentrados. El problema de esto es que cuando llegan al intestino, los azúcares se diluyen (un proceso conocido como ósmosis), y toma agua del cuerpo.