10 secretos de la planta del café que no conocías (y no te dejarán indiferente)

Coffea arabica. Foto Wikipedia 1024x768 1
Coffea arabica. Foto Wikipedia 1024x768 1

En el mundo se cultivan 10 especies de plantas del café

En las casas de los adictos al diseño y de los seguidores de las tendencias no faltan plantas como la costilla de Adán, también llamada monstera, o los ficus. Pero hay una especie olvidada que hace mucho más por nosotros que todas ellas juntas: la planta del café.

Para conocer más sobre esta planta, es imprescindible trasladarnos hasta los países donde se cultiva. Kaiku Caffè Latte, la marca café frío con 100% ingredientes naturales, trabaja mano a mano con los productores que cultivan esta planta en países como Colombia, Guatemala, India o México, conocidos popularmente como caficultores y caficultoras, y explica 10 curiosidades sobre la misma que merece la pena conocer:

1. Es un arbusto y se llama cafeto

Pertenece a la familia de las rubiáceas y hay distintas especies que dan diferentes variedades de café, algunas no comestibles. En concreto, en el mundo se cultivan 10 especies de plantas del café y de ellas proviene todo el café que bebemos.

2. Sí, hay una especie mejor que el resto: la Coffea Arábica

Esta planta es considerada la más antigua y delicada de cultivar. De ella se obtienen los granos de café arábica.

3. También sufre estrés

Los caficultores saben que las mejores zonas para cultivar esta planta son las altiplanicies tropicales, hasta los 2000 metros de altitud. El clima de estos lugares, fresco y húmedo, permite que la planta del café crezca sin estresarse y el fruto madure poco a poco. Despacio en este caso es sinónimo de más calidad.

4. El viento es su enemigo

¿Por qué? El cafeto es sensible a todos los agentes atmosféricos pero el viento es quien provoca cambios excesivos y rápidos en las condiciones climatológicas de las zonas de cultivo.

5. No nació en América, sino en Etiopía

Aunque hay bastante debate, como en el caso de muchos otros alimentos, los expertos sitúan el origen primigenio Etiopía. En el siglo XIII, el café cobró una especial popularidad como estimulante a raíz de las prohibiciones islámicas sobre el alcohol. Su cultivo fue un secreto hasta que el siglo XVI, cuando se encuentra la primera mención escritas por un botánico alemán. La historia cuenta que su cultivo se introdujo en la India en 1650 de la mano de un peregrino que volvía de La Meca. Poco después, los colonos europeos la introdujeron en América y la demanda no dejó de aumentar hasta el día de hoy.

6. Sus flores son blancas y se arremolinan en torno a las ramas

¡A quién no le gustan las flores! Las de la planta del café son un espectáculo. Como el arbusto, sus flores pertenecen a la familia Rubiaceae, y se caracterizan por tener color blanco y crecer amontonadas unas al lado de las otras rodeando los tallos.

7. Al fruto del café se le llama cereza o drupa

El fruto es verde y conforme madura se va coloreando de tonos rojizos y violáceos. Lo que nos llega son sus semillas, granos lavados, secados y tostados en diferentes niveles y hay distintos métodos para ello.

8. El café caduca

Una planta de café tarda varios años en llegar a la madurez y poder ser cultivada. Tras cerca de 8 meses de trabajo, los granos de café se recolectan y se someten a un proceso de fermentación, lavado y secado, para después ser tostados. Lo ideal es que el café se tueste ya en el destino y no pase más de un mes desde que es tostado hasta que se consume.

9. El origen de la planta es clave para el sabor

India, Etiopía, Colombia, Honduras o Guatemala… El origen del que provengan los granos de café determinará su sabor y su calidad. Aunque es complicado apreciar los matices para los bebedores de café con un paladar medio, sí que es importante fijarse en la procedencia, la variedad y poder trazar el camino al origen.

10. Se puede tener en casa

Como planta de interior es de lo más peculiar y espectacular. Tiene ese toque tropical, un color verde frondoso y cuando entra en fase de floración te vas a enamorar de su belleza. En una maceta, la planta del café crece hasta el metro y medio, pero plantada en tierra puede alcanzar los 5 metros de altura. Eso sí, como una casa no es su hábitat natural, debes poner especial atención y cariño a este exótico ejemplar.