Villarejo será juzgado por primera vez en la Audiencia Nacional por sus negocios de espionaje del caso Tándem

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Casi cuatro años después de su detención, el excomisario José Manuel Villarejo se sienta por primera vez en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional. Este juicio empieza este miércoles con las cuestiones previas por tres supuestos encargos de espionaje investigados en la macrocausa conocida como ‘Tándem’.

La Fiscalía pide casi 110 años de cárcel para el comisario jubilado por tres proyectos de los 30 que se investigan en este tribunal. La operación Tándem destapó supuestos encargos de espionaje y sacó a la luz un conjunto de grabaciones que éste mantuvo a recaudo durante años.

Desde su detención, Villarejo ha protagonizado una causa judicial que se ha ido agrandando a medida que se descubrían más negocios presuntamente ilícitos que han llegado a salpicar a altos cargos de empresas del IBEX y a miembros del Gobierno de 2013.

¿Qué se juzgará en la Audiencia Nacional?

A lo largo del juicio los acusados serán juzgados por delitos como cohecho, descubrimiento y revelación de secretos, falsedad documental, tráfico de influencias y extorsión en grado de conspiración.

La Fiscalía pide 57 años de cárcel para Villarejo por el primero de los encargos, Iron, investigado en la pieza 2 de la causa y que supuestamente realizó para el bufete Herrero & Asociados, también acusado. El objetivo, presuntamente, era espiar a un despacho rival, Balder Ip Law.

La pieza bautizada como Land, la número 3, viene marcada por el encargo de espionaje en el marco de una disputa familiar por la herencia del fallecido promotor de la urbanización de lujo de La Finca, en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Por estos hechos la fiscalía pide más de 38 años para Villarejo.

Se juzgará si Procisa, empresa de Susana García Cereceda (hija del promotor, Luis García Cereceda), contrató entre 2012 y 2014 al grupo Cenyt, propiedad de Villarejo, para conseguir «información reservada de terceros» como Jaime Ostos, marido de Yolanda García Cereceda, para «poder presionarle» y que se apartara de la «gestión del elevadísimo patrimonio» de su mujer; o de la viuda del promotor, Silvia Gómez Cuétara.

También se juzgará la pieza Pintor con respecto a Juan Muñoz y a su hermano Fernando, acusados de contratar al excomisario en busca de información reservada para presionar a un exsocio por una deuda. Es la única pieza en la que Villarejo no habría actuado como policía en activo.