191 movilizaciones convocadas por la red ciudadana de apoyo a los presos de ETA, Sare, en otras tantas poblaciones de Euskadi, Navarra y el País Vasco francés han pedido este sábado el fin de la política penitenciaria de excepción para los reclusos de la banda terrorista.
La marcha central, en Bilbao, ha contado con la presencia de representantes de formaciones nacionalistas catalanas, que se ha sumado a organizaciones vascas como EH Bildu, Podemos, ELA, LAB, CCOO y UGT. Este año, la «gran manifestación» por los «derechos de los presos» que suele acoger a capital vizcaína en enero en Bilbao, ha tenido transformarse, por la elevadísima incidencia de la covid y su variante ómicron, y dividirse en diversas manifestaciones en las tres capitales vascas y de Navarra, así como un número importante de localidades de ambas Comunidades Autónomas.
La manifestación de Bilbao ha concluido en el Ayuntamiento, donde Sare ha leído un comunicado en el que ha reiterado sus reivindicaciones y han defendido que todos los presos de ETA deberían estar «en Euskal Herria». En Vitoria, tres columnas han confluido en el Museo Artium de la capital alavesa desde donde pasadas las 17.00 horas ha arrancado la marcha que ha discurrido hasta la plaza de la Virgen Blanca. En San Sebastián, más de 2.000 personas han secundado la convocatoria de Sare en una manifestación que se ha desarrollado por un recorrido no habitual, de la Plaza del Centenario, en el barrio de Amara, hasta el Boulevard.
Críticas desde la oposición
El presidente del PP del País Vasco, Carlos Iturgaiz, ha criticado la celebración de estas manifestaciones y ha censurado que su objetivo es «sacar a los criminales de ETA a la calle, sin pagar por los abominables asesinatos que cometieron estos salvajes».