Pasos concretos y compromisos escritos para retirar su veto. Es lo que ha exigido el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en referencia al ingreso de Suecia y Finlandia en la OTAN.
Ankara cree que ambos países nórdicos, pero especialmente Suecia, son un santuario para «terroristas», tanto de la guerrilla kurda activa en Turquía, el PKK, como de las milicias kurdas de Siria.
El país exige negociar en base a sus requisitos
Erdogan asegura que no se podrá avanzar en el proceso sin dar pasos concretos para cambiar el paradigma de la lucha contra el terrorismo y la cooperación en la industria de defensa y sin fijar compromisos por escrito.
Según el diario británico Financial Times, que cita fuentes de la Alianza Atlántica, Turquía habría rechazado una reunión trilateral con Suecia y Finlandia que se podría haber organizado este miércoles 15 de junio, al arrancar la cumbre de ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas.
El PKK, el principal escollo
Los requisitos de Ankara son éstos: endurecimiento de lo que considera tolerancia de los países europeos sobre actos públicos de simpatizantes del PKK, considerado terrorista por la Unión Europea; que esa consideración se extienda a las milicias kurdosirias YPG; la extradición de personas que Turquía reclama por terrorismo; y el fin del embargo de venta de armas vigente en Suecia y Finlandia.
Según Stoltenberg, la Alianza está trabajando para encontrar soluciones a las preocupaciones planteadas por Turquía y conseguir que Suecia y Finlandia se conviertan en miembros de la organización transatlántica «tan pronto como sea posible», aunque el secretario general de la Alianza reconoce que no puede decir cuándo podrán entrar los dos países nórdicos en la Organización.
Respaldo de los 30 miembros
Para conseguir ese ingreso, los 30 miembros de la organización transatlántica deben respaldar por unanimidad la entrada de nuevos países: por eso se necesita el visto bueno de Ankara. Stoltenberg afirmó que se mantienen «contactos estrechos» con Estocolmo y Helsinki.
El exprimer ministro noruego admitió que es «demasiado pronto» para decir en qué situación se encontrará el proceso de adhesión de Finlandia y Suecia cuando se celebre la cumbre de líderes aliados entre el 28 y el 30 de junio en Madrid.