Pedro Sánchez anuncia al rey Mohamed VI el giro en la posición del gobierno español respecto al Sáhara.
Sánchez comienza la misiva con un «tengo el honor de dirigirme a Vuestra Majestad para transmitiros algunas ideas importantes para la nueva relación entre los reinos de Marruecos y España». «Nuestros dos países están indisolublemente unidos por afectos, historia, geografía, intereses y amistad comunes», «la prosperidad de Marruecos está ligada a España y viceversa», indica en la carta.
El presidente español habla, en tres ocasiones, de establecer una nueva relación entre ambos países, «basada en la transparencia y comunicación permanentes». Sánchez trata a Mohamed VI de gran amigo y aliado y le garantiza que «España cumplirá sus compromisos y su palabra».
En la carta, plantea a Marruecos abstenerse de toda acción unilateral para evitar futuras crisis y anuncia el giro en la posición española así: «Reconozco la importancia que tiene la cuestión del Sáhara occidental para Marruecos y los esfuerzos serios y creíbles, en el marco de las Naciones Unidas para encontrar una solución mutuamente aceptable. En este sentido, España considera que la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo».
El cambio de parecer de Pedro Sánchez sorprendió incluso dentro de su propio gobierno. Su apoyo a la autonomía que propone Marruecos para el Sáhara Occidental, ha provocado un nuevo choque en la coalición y el enfrentamiento con el resto del arco parlamentario.
La misiva termina con el deseo del presidente español de mantener un encuentro con el rey marroquí «lo antes posible para renovar y profundizar la relación privilegiada entre ambos países». De esta manera el líder socialista busca poner fin a una crisis diplomática que dura ya 10 meses.