equipos de rescate buscan a los 20 desaparecidos tras el alúd de lodo que arrasó varios barrios de la ciudad de Atami. Al menos 2 personas han muerto y los daños materiales son cuantiosos, con más de 130 edificios dañados a causa de las lluvias torrenciales.
El temporal que golpea al archipiélago ha afectado especialmente a Kanagawa y Shizuoka, al sudoeste de Tokio, donde han caído más 790 y 550 milímetros de lluvia en 72 horas.
El gobernador de la prefectura de Shizuoka, Heita Kawakatsu, ha anunciado la apertura de una investigación sobre las causas del deslave que mató a dos personas tras arrasar más de 300 edificios en la región y que podría tener su origen en una acumulación de tierra relacionada con una obra.
Se han causado interrupciones en la red de transporte ferroviario
Gracias a un dron se ha revelado que un kilómetro más arriba del lugar del incidente se había acumulado una gran cantidad de tierra en una franja de 100 metros de largo junto al río, lo que habría afectado a la capacidad de la montaña para absorber el agua. También se han causado interrupciones en la red de transporte ferroviario, con suspensiones temporales de los servicios de alta velocidad.
Al parecer, gran parte de esta tierra habría sido arrastrada por las aguas tras días de intensas lluvias. De momento, hasta 700 efectivos de la Policía y del Ejército siguen buscando a los desaparecidos. La Guardia Costera también busca a posibles supervivientes en el puerto cercano.
Yoshihide Suga, primer ministro nipón, afirmó que se movilizarán «todos los recursos posibles» por tratar de hallar a los desaparecidos y asistir a las víctimas.