fue campeona de España y del mundo de taekwondo y desde siempre ha sido una gran embajadora de La Palma, pero ahora ha querido volver a su isla para ayudar a la gente y a su familia de un volcán queno para de hacer estragos en las principales localidades de la zona.
Lo que no ha sentido antes de un combate, Rosanna lo tiene ahora con un volcán al lado de su casa: «La verdad es que da miedo, quiero que pase cuanto antes», dice la taekwondista.
Ni los rivales sobre un tatami le han dejado tanta señal: «Es la batalla con más dolor que he sentido nunca«. De los golpes, Rosanna ha sacado lecciones de vida que aplica ahora, en estos días tan duros: «El deporte me ha ayudado, me ha dado unas buenas herramientas».
La lava estaba a un kilómetro de su plantación de plátanos
Su familia ha perdido casas y su plantación de plátanos corra serio peligro: «La lava estaba prácticamente a un kilómetro y estamos con la agonía constante de que no sabremos que es lo que pasará», explica Rosanna.
Rosanna ha entrenado por la zona volcánica de la isla y ver la playa de Tazacorte sumergida en lava le apena: «Se me ponen los pelos de punta solo de pensarlo, son muchos años entrenando ahí en la playa, pegando patadas a las palmeras».
En estos momentos su esfuerzo lo pone en ayudar a las familias que se han quedado sin nada. Rosanna salió de Barcelona hacia su isla en cuanto el Cumbre Vieja erupcionó y rehacer su vida es el mejor triunfo que pueda lograr en un momento tan complicado para los suyos.