domingo de ramos
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Numerosas familias participaron en la procesión con niños y cánticos en la plaza de la parroquia

El Domingo de Ramos marcó el inicio de la Semana Santa en Puertollano con una jornada de recogimiento, tradición y participación familiar. Las diferentes parroquias de la ciudad celebraron esta fecha litúrgica con funciones religiosas, bendición de palmas y ramas de olivo, en una expresión viva del patrimonio cultural y espiritual local.

Uno de los actos más destacados tuvo lugar en la parroquia de María Auxiliadora, donde decenas de personas se congregaron desde primeras horas para participar en la procesión de palmas que recorrió la plaza del mismo nombre, en un ambiente marcado por la alegría y el simbolismo.

Palmas, olivos y cánticos: el espíritu del Domingo de Ramos

La jornada comenzó con la bendición de ramas de olivo, símbolo de paz y esperanza, seguida de una breve procesión en la que niños, padres y feligreses portaban palmas trenzadas y ramos adornados, cumpliendo con una de las tradiciones más arraigadas de la Semana Santa.

La música también estuvo presente, con cánticos litúrgicos que acompañaron el recorrido y reforzaron el ambiente espiritual del acto. Los más pequeños, protagonistas indiscutibles del día, vivieron con entusiasmo cada momento, muchos de ellos participando por primera vez en este tipo de celebraciones.

Elementos más destacados de la celebración:

  • Bendición de ramos en el exterior del templo
  • Procesión por la plaza de María Auxiliadora
  • Participación activa de niños y familias
  • Cánticos y oraciones comunitarias

Fuerte presencia de la comunidad parroquial

El evento contó con la participación de numerosos fieles, catequistas y miembros de los grupos parroquiales, que colaboraron en la organización de la jornada. La comunidad educativa del Colegio Salesiano, muy vinculada a la parroquia, también se hizo presente en el acto, reforzando el carácter familiar y educativo del mismo.

El párroco de María Auxiliadora, durante la homilía posterior, destacó el valor de mantener vivas estas costumbres que refuerzan la identidad colectiva y transmiten valores esenciales a las nuevas generaciones.

Una Semana Santa que arraiga en la infancia

El Domingo de Ramos en Puertollano no solo abre el ciclo de celebraciones religiosas que conforman la Semana Santa, sino que actúa como puerta simbólica para la participación de los más jóvenes en las tradiciones locales. La preparación de palmas, la implicación en procesiones y la vivencia comunitaria fortalecen los lazos familiares y eclesiales.

En muchas casas, la palma bendecida se conserva durante todo el año como símbolo de protección y recuerdo de esta jornada. Para los niños y niñas que participaron, la procesión fue también un acto de iniciación en las costumbres religiosas de su ciudad.

Coordinación con otras parroquias de Puertollano

El acto celebrado en María Auxiliadora se replicó, con sus particularidades, en otras parroquias de Puertollano como San Antonio, Nuestra Señora de Gracia, la Asunción o el Carmen, donde también se llevaron a cabo bendiciones de ramos y procesiones más reducidas.

La coordinación litúrgica entre parroquias, junto con el apoyo de cofradías y hermandades, asegura una vivencia armónica de la Semana Santa en toda la ciudad, adaptada a las particularidades de cada comunidad.