Con la tasa de inflación del mes de julio disparada registrando niveles máximos que no se veían desde 1984, el problema para muchos españoles a la hora de no consumir ya no es que no aumenten los salarios. Sino que, aunque suban, la diferencia con el incremento de la inflación es cada vez mayor.
En julio, los salarios actualizados por convenio crecieron de media un 2,56%, supone ocho puntos menos que los precios. Aun así, hablamos de tan solo de siete millones de trabajadores por convenio. La mayoría, no han tenido subida de sueldo este año. Si bien es verdad que el salario mínimo interprofesional subirá un 17% entre 2020 y 2023, el problema es que los precios experimentan la misma subida e incluso superior, lo que provocaría pérdidas de nivel adquisitivo.
En definitiva, la inflación se come toda la subida de los salarios, la subida de precios casi cuadriplica la de los sueldos. Las negociaciones para la subida salarial están estancadas ahora mismo, los sindicatos auguran un otoño movido. Trabajadores ya notan cómo la inflación arrasa con la subida de los sueldos.
Los precios absorben los salarios
En 1984, el IPC incrementó un 11,3%, mientras que los salarios escalaron un 7,8%, lo que arroja una diferencia de 3,5 puntos. Ahora doblamos ampliamente esa cifra. La economía sufre un duro golpe, pese a que desde el Ministerio de Asuntos Económicos asegura que las previsiones para España son las mejores de toda Europa, aunque no descartan una recesión. La titular de Economía, Nadia Calviño, afirma que los analistas consultados por el Ejecutivo prevén que la inflación remita durante el segundo semestre del año.