Traspinedo, Valladolid, en las propiedades de uno de los amigos de Esther López. Es la última persona que vio con vida a la joven la noche de su muerte. Tratan de aclarar su posible implicación en el atropello que -según la autopsia- provocó la muerte de Esther. Además de su casa y sus dos negocios familiares, una agencia de viajes y una inmobiliaria, podrían registrar la vivienda de su exmujer.
Esther desapareció en la noche del 13 de enero. Antes de encontrar el cuerpo sin vida se realizaron cuatro batidas por el pueblo, situado a unos 20 kilómetros de Valladolid, que concluyeron sin resultado, hasta que el paseante localizó el cadáver en la cuneta. Su cadáver estaba junto a su bolso, su móvil intacto y limpio de huellas. Los resultados preliminares de la autopsia revelaron que la mujer sufrió una rotura de cadera y múltiples magulladuras que indicaron la posibilidad de que hubiera sido arrastrada por un vehículo, sin que se conozca en qué momento pudo producirse.
Ahora buscan cualquier muestra de ADN que pueda relacionar a la víctima con el investigado. Han empezado por esta casa, pero todo apunta a que seguirán con los registros de sus empresas y otro piso en Valladolid.
Principales hipótesis
Varias son las hipótesis que se barajan en este crimen sin resolver. La primera es que la joven pudo sufrir un atropello cuando regresaba a casa. Otra línea de investigación con la que trabajan los expertos es que podría haber sufrido una muerte violenta, de ahí las lesiones en la cadera y el latigazo cervical.
¿Qué dice la familia?
Miguel López, el padre de Esther López<, descarta la primera teoría puesto que no cree que la joven vuelva a casa andando debido al frío de ese día: «Era la chica más friolera del mundo».
Además, asegura que si finalmente se confirma que su hija murió atropellada, no fue en el lugar donde se encuentra el cuerpo: «Alguien lo debió llevar allí».