Nissan ha producido hoy su último coche en Barcelona. Después de 42 años de fabricación la marca japonesa deja sus plantas en la Ciudad Condal y en el aire el futuro de 1.400 trabajadores directos que permanecen a la espera de que se concrete alguna alternativa para la fábrica.
La decisión llega en un momento en el que la mesa de reindustrialización, conformada por el Gobierno, la Generalitat de Catalunya, Nissan, los sindicatos y el asesoramiento técnico de KPMG, aún no ha elegido a un sustituto para ocupar las tres plantas de la Ciudad Condal.
GWM renuncia a la reindustrialización de Nissan
Nissan anunció el cierre de los centros catalanes en mayo del pasado 2020. Meses más tarde, en septiembre, se constituyó la comisión para seleccionar los proyectos con opciones de reindustrializar las plantas catalanas.
Entre los candidatos más inmediatos se encontraba el fabricante chino Great Wall Motors, sin embargo, recientemente descartó su participación en el proyecto. Tras la renuncia, los sindicatos exigieron la coordinación entre el Ejecutivo central y el Govern para garantizar el mantenimiento de los 1.400 empleos.
QEV y Silence optan a negociar la reindustrialización de Nissan
Ahora, las alternativas son las empresas especializadas en movilidad eléctrica y sostenible, QEV Technologies y Silence. Al respecto, a principios de octubre, el secretario general de Industria, Raül Blanco, aseguró que se estaba trabajando «de manera seria y consensuada dentro del calendario previsto» y adelantó que había «proyectos industriales y opciones de futuro para las plantas de Nissan».
Por su parte, la directora general de Industria de la Generalitat, Natàlia Mas, dejó claro que el único objetivo de la negociación era «conseguir la reindustrialización de las plantas en Barcelona».