yolanda díaz paro
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Según USO, hay ya más de 812.000 fijos discontinuos en cese de actividad que no figuran como desempleados, pese a estar inactivos; una fórmula que desvirtúa el paro real.

Un modelo contractual que desdibuja la realidad laboral

El contrato de fijo discontinuo, impulsado por la reforma laboral del actual Ejecutivo, permite que un trabajador mantenga una relación laboral vigente pese a no estar trabajando activamente. Esta figura, pensada para empleos de carácter estacional, ha crecido de forma exponencial desde 2021 y se ha convertido en un elemento clave en el debate sobre la veracidad de las cifras de paro.

Según el sindicato USO, el número de fijos discontinuos inactivos —aquellos que no están trabajando actualmente— habría alcanzado los 812.665 a finales de 2024, lo que supone un incremento del 63,1 % respecto a 2021. Esta forma de empleo permite excluir a estas personas de las estadísticas oficiales de paro, aunque estén en un claro período de inactividad.

El SEPE no desglosa a los fijos discontinuos inactivos

USO denuncia que, a diferencia de los trabajadores afectados por un ERTE, cuyo número se publica detalladamente, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) no proporciona con claridad cuántos de los demandantes de empleo con relación laboral vigente se corresponden con fijos discontinuos inactivos.

El sindicato lamenta que se siga utilizando una metodología opaca, que no permite distinguir con precisión entre personas ocupadas, desempleadas o inactivas. “¿Por qué se pueden conocer los datos exactos de los ERTE y no los de los fijos discontinuos inactivos?”, cuestiona el sindicato, que reclama mayor claridad y transparencia estadística.

Más de 1,8 millones de demandantes “no parados”

A cierre de diciembre de 2024, el número de demandantes de empleo no considerados parados superaba los 1,8 millones, un aumento del 4,9 % en comparación con 2021. USO se pregunta cuántos de estos casos corresponden a trabajos precarios, empleos a tiempo parcial o simplemente a inactividad disfrazada de empleo formal.

El análisis del sindicato apunta a que una parte significativa de estos demandantes no ocupados podría estar acogida a la fórmula de fijo discontinuo, recibiendo subsidios o prestaciones por desempleo sin figurar en las estadísticas oficiales de paro.

El paro real, más allá del registrado

Desde USO se cuestiona la diferencia entre las cifras del paro registrado y la situación real del mercado laboral. “Deberíamos definir con precisión quién es un parado y quién no, sobre todo entre los que figuran como demandantes de empleo pero están inactivos”, señalan.

La ausencia de un desglose claro entre ocupados, no ocupados, inactivos y parados dificulta el diseño de políticas eficaces para reducir el desempleo estructural. “Si el objetivo es conocer la realidad para intervenir, no se puede mantener una metodología que oculta datos fundamentales”, advierte el sindicato.

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