Castilla-La Mancha es una de las comunidades con mayor proporción de accidentes mortales en moto, y casi el 40 % de los motoristas reconocen sobrepasar los límites de velocidad.
Una década de siniestralidad: 4.800 heridos y 160 fallecidos
La siniestralidad en motocicletas se ha convertido en uno de los problemas más persistentes en las carreteras de Castilla-La Mancha, con más de 160 motoristas fallecidos y 4.800 heridos en los últimos diez años. Según el informe publicado por la Fundación Línea Directa, estas cifras revelan una media de más de un herido al día en accidentes de moto en la región.
Del total de heridos, 827 motoristas requirieron atención hospitalaria por la gravedad de sus lesiones, una muestra clara del alto impacto físico y sanitario que provocan este tipo de siniestros.
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Castilla-La Mancha, entre las regiones con más accidentes mortales
En términos relativos, Castilla-La Mancha se sitúa entre las comunidades con mayor proporción de accidentes mortales en motocicleta. Junto con Castilla y León y Navarra, supera el 3,4 % del total nacional, situándose por encima de la media en cuanto a letalidad en este tipo de siniestros.
Este dato evidencia una preocupante realidad para los conductores de vehículos de dos ruedas en la región, donde la combinación de factores como la velocidad, el estado de las vías o el comportamiento de otros conductores contribuyen a un entorno de alta peligrosidad.
Velocidad: la infracción más reconocida
El informe de la Fundación Línea Directa también refleja hábitos de riesgo entre los propios motoristas de la región. En concreto, el 39,7 % reconoce no respetar los límites de velocidad, lo que supone casi cuatro de cada diez conductores de moto.
Este dato sitúa al exceso de velocidad como una de las principales infracciones reconocidas por los propios usuarios y, a su vez, uno de los factores determinantes en los accidentes más graves.
Concienciación y prevención, claves para reducir la siniestralidad
Desde diferentes organismos se incide en la necesidad de aumentar la concienciación vial, especialmente entre los conductores de motocicletas, que son especialmente vulnerables en caso de accidente. La DGT y diversas campañas locales y autonómicas han reforzado los mensajes sobre el uso del casco, el equipamiento adecuado y el cumplimiento estricto de las normas de circulación.
Sin embargo, los datos muestran que las medidas actuales no son suficientes y que es preciso redoblar esfuerzos tanto en educación vial como en control y vigilancia en carretera, especialmente en los tramos considerados de alta siniestralidad para vehículos de dos ruedas.
Zonas rurales y vías secundarias, puntos críticos
Uno de los factores que puede explicar la elevada siniestralidad en regiones como Castilla-La Mancha es la amplia red de vías secundarias, muchas de ellas en entornos rurales o de baja densidad de tráfico, donde se produce un relajamiento del cumplimiento de las normas.
Estas carreteras, con menor infraestructura de seguridad y mayor exposición a condiciones cambiantes, suponen un riesgo añadido para los motoristas, sobre todo en trayectos interurbanos.
El perfil de las víctimas: hombres jóvenes en recorridos de ocio
El informe también destaca que la mayoría de los fallecidos son hombres jóvenes, especialmente en trayectos de ocio y fines de semana, cuando se incrementa el uso de la motocicleta en desplazamientos no laborales. Este perfil se mantiene estable a lo largo de la última década, lo que permite dirigir campañas específicas a este colectivo para reducir la siniestralidad.
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