es todavía un debate. Sin embargo, en otros países ya la vacunación contra el coronavirus es obligatoria bajo castigos con el fin de contener el coronavirus.
Han vacunado puerta a puerta, han regalado premios por dosis y han viajado a las regiones más remotas. Ahora China ha optado por castigar a los que se niegan a vacunarse. «En el sector de la educación, de la sanidad, de personas que lidiaban con productos cárnicos que lidiaban con occidente y ha esa gente se le impuso la vacunación». Los castigos van desde suspender pensiones y asignaciones, hasta prohibir el acceso a los servicios públicos o no cobrar. Indonesia ha optado por la misma política.
Vacunación en Europa
Pero no hay que salir de Europa. En Italia, Grecia y Francia, los sanitarios y las personas de cara al público están obligados a vacunarse. Macron ha dejado clara su intención de vacunar al personal sanitario y no sanitario.
Los que no se inmunicen no podrán acudir a su puesto de trabajo, así que no cobrarán. Muchos se muestran en contra de la medida y se niegan a vacunarse porque lo pida la empresa. Francia tiene al 57 % de sus sanitarios sin inmunizar. Los despidos también afectarán a empleados de hostelería y de transporte, si se niegan.
El mundo estrecha el cerco a los antivacunas. Cuando termine este mes, todo el ejército de Estados Unidos habrá recibido dos dosis, también los funcionarios. Y la empresa privada no se salva. Compañías aéreas, grandes tecnológicas y medios de comunicación también obligarán a sus trabajadores a vacunarse. En Australia van más allá. Los padres que no inmunicen a sus hijos, pagarán una multa cada 15 días de 18 euros.