Bachillerato del Valle de Aridane en La Palma piden ayuda. Consideran que la erupción del volcán no les ha permitido seguir los planes de estudio previstos y por tanto creen que esto debe tenerse en cuenta en su examen de EBAU.
Este año se enfrentan a las pruebas de acceso a la universidad, pero dicen que no están haciendo un curso cualquiera, que no es normal porque apenas reciben clases presenciales. De hecho, muchos de estos estudiantes han perdido sus casas, viven día y noche bajo el volcán.
«El objetivo de la EBAU es que podamos entrar todos los alumnos del territorio nacional en una universidad en unas condiciones igualitarias», explica una alumna. La erupción volcánica ha afectado a 23 centros en cinco municipios y más de 5.200 alumnos, reubicados en la escuela de idiomas de Los Llanos de Aridane, el centro vecinal de El Retamar y el colegio Princesa Cerina.
Este martes, la consejera de Educación del Gobierno de Canarias, Manuela de Armas, avanzó que se estudia aplicar jornadas reducidas de tres horas en los centros del Valle de Aridane para garantizar la vuelta a las clases presenciales.
En una comparecencia ante el Pleno del Parlamento ha comentado que la Consejería mantiene reuniones diarias con técnicos del Pevolca, Salud Pública, Medio Ambiente y cuerpos de seguridad para analizar, entre otras cosas, la calidad del aire, y cuando es «desfavorable», se activa el protocolo de clases digitales. De Armas ha dicho que se busca la manera de «suavizar» algunas medidas como que los alumnos puedan usar mascarilla quirúrgica y no FPP2 o que salgan a la ventana en algunos momentos pero siempre «con el visto bueno» de los especialistas cientíticos.