«Esos jugadores podrían no jugar un partido por este chico que están por matar, asesinar, colgar, como si fuésemos animales»
Las redes sociales se están volcando en intentar frenar la ejecución de Amir Nasr-Azadani, el futbolista iraní de 26 años que ha sido condenado a muerte por apoyar las protestas en favor de los derechos de las mujeres en su país.
Tras conocerse la noticia, innumerables usuarios han publicado mostrando su indignación ante tan desproporcionada pena, así como peticiones pidiendo que la FIFA haga un buen uso de su poder para evitar la muerte del jugador y, si es necesario, que paren el Mundial de fútbol que se está disputando en Qatar, un país que tampoco es conocido, precisamente, por respetar especialmente los derechos humanos. Este domingo se juega la final de Argentina contra Francia.
Una de las publicaciones que más se está viralizando en redes sociales es un vídeo de TikTok del argentino Rodrigo Rumi, en el que el joven reflexiona sobre lo que está ocurriendo: «Yo soy argentino, me da mucho orgullo por esos jugadores que están cumpliendo su sueño y encima están representando a mi país, pero está pasando algo terrible en el mundo del fútbol y nadie dice nada. Esos jugadores, que podrían frenarse en la cancha o todos llevar un distintivo, o directamente no jugar un partido por este chico que están por matar, asesinar, colgar, como si fuésemos animales».
El vídeo concluye con las siguientes palabras: «Me da mucha pena que los humanos seamos así. Solo nos unimos para festejar cosas tontas, como un Mundial, pero no para pedir por cosas así. Ni siquiera los animales son así de bestias«.
Esta publicación acumula más de 600.000 reproducciones en TikTok, y también ha sido ampliamente compartido por miles de personas a través de otras redes sociales y WhatsApp. En su cuenta, Rumi también ha publicado otra versión del mismo vídeo subtitulada en inglés para que el mensaje llegue a más personas.
Las organizaciones en defensa de los derechos humanos llevan tiempo alertando de que el régimen iraní está acelerando las condenas sin pasar antes por un proceso penal justo, entre ellas las de otros tres menores, Amir Mohamad Jafari, Arian Farzamnia y Amir Mehdi Shokrollahi, que habrían sido condenados a muerte por ‘corromper el mundo’, tras asistir al funeral de la joven activista asesinada Mahsa Amini.