Aunque contribuyen en menos del 0,03% del total de las emisiones globales de carbono, las islas del Pacífico están en la primera línea de la crisis climática. Países enteros podrían quedar totalmente sumergidos en las próximas dos a tres décadas. Reproducir las islas en un mundo virtual o reubicar sus poblaciones son algunas de las soluciones que proponen los Estados nación como Tuvalu, Vanuatu y las islas Fiyi para garantizar su existencia.
Un país no se limita solo a su territorio. Lo constituyen también su población, su naturaleza, su cultura, sus tradiciones, su historia y su habilidad para autogobernarse como nación. Pero si pierde su territorio soberano, ¿puede seguir existiendo?
Actualmente algunas naciones insulares del Pacífico se enfrentan a esta pregunta, que antes parecía inverosímil. A causa de las catástrofes provocadas por el cambio climático, países enteros en el Pacífico pronto podrían resultar inhabitables. Varios están destinados a quedar completamente sumergidos para finales de siglo. Incluso aunque el planeta logre mantener el calentamiento global por debajo de los 1,5ºC, naciones insulares como Tuvalu o Kiribati corren el riesgo de acabar bajo el agua.
Al igual que otros países de la región, ambas naciones están constituidas por atolones, islas que además tienen una laguna central, poco profunda, lo que las hace más vulnerables a la subida del nivel del mar y a sus efectos, como la erosión de las costas, la contaminación de las fuentes de agua dulce y la destrucción de los cultivos.
Un país sin territorio
Lo más probable es que la réplica de Tuvalu sea muy similar a un museo en línea y a una comunidad digital; no es seguro que sea un “sucedáneo de Estado-nación”, según los expertos.