discoteca en Sant Cugat, en Barcelona, en el primer fin de semana de ocio nocturno en Cataluña debido a que miles de jóvenes se agolparon frente a las puertas para acceder a las carreteras. En las imágenes del vídeo de la parte superior se pueden ver los momentos más tensos de esa avalancha y cómo la gente no cabía en el espacio en el que estaban, en el que, por supuesto, no se guardaban las distancias de seguridad.
¿Qué sucedió para que se produjera la avalancha?
El aforo era inferior a 2.000 personas, pero se presentaron 4.000. Por ello, los organizadores se vieron desbordados y aseguran que no pudieron controlar la situación y tuvieron que llamar a los Mossos d’Esquadra.
Se vivieron verdaderos momentos de tensión, los agentes tuvieron que saltar las vallas y hubo gente empujándose y avalanchas. Los Mossos y la Policía Local reforzaron el dispositivo y cortaron las principales avenidas. Por eso, las personas que que quieran acceder este sábado al interior del local tendrán que haber comprado la entrada con anterioridad.
Testimonio de lo ocurrido
«Toda la gente de atrás empezó a empujar y me tiraron al suelo a mí y a unas cuantas personas más que yo vi mientras estaba en el suelo. Me pasaron por encima 50 personas». Es el testimonio de Julia, una de las heridas en la discoteca y que tiene 17 años. A ella le advirtieron de que es un peligro habitual y, de hecho, trató de mantenerse al margen de la multitud para evitar posibles daños, pero desafortunadamente no fue así: «Justo cuando me salí y ya no estaba rodeada de gente, me encontré con 5 personas más, gente sangrando por la nariz y boca, otras personas sangrando por los pies, gente sin zapatos…»
Son un total de seis heridos leves, pero podrían haber sido más por la fuerza por la fuerza de la gente que estaba empujando, según comenta otro de los testigos. «Era como en ‘Los juegos del hambre’, eran horrible y con gente por los suelos», añade otro.
La discoteca abría con listas porque el aforo allí es de 1.800 personas. Sin embargo, esas listas fueron canceladas y decidieron vender las entradas en taquilla, lo que provocó que en las inmediaciones de la discoteca se acumularan hasta 4.000 personas.