En este día para la memoria tras el Homenaje de Estado a las víctimas de coronavirus, algunas asociaciones de víctimas recuerdan que todavía no conocemos el números exacto de víctimas.
La cifra oficial a día de hoy es de 28.413 fallecidos. Muy lejos de las que dan otros organismos Oficiales.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) dice que tenemos 41.735 muertes más que el año pasado y el el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MOMO), que depende de Sanidad por el Instituto de Salud Carlos III, asegura que el exceso de mortalidad, entre marzo y mayo, ha sido de 44.008 personas.
Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos también ha puesto en duda la cifra Oficial durante el Homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus que ha pedido que «no se olvide» lo ocurrido durante estos duros meses de coronavirus. Arrimadas ha recordado a «todas las personas que, incluso sin estar en las cifras oficiales, han perdido la vida». También ha añadido que espera que «este acto sirva en cierta manera como apoyo a los familiares y los amigos de las personas que han fallecido».
Familiares de las víctimas
Manolo tenía 61 años y se fue repentinamente. Como recuerda su familia «se fue de mi casa pensando que todo estaba bien y se fue a morir a un hospital solo«. Ni siquiera pudieron despedirse de él.
Semanas después estas familias aún siguen lejos de superarlo que consideran que «no se puede pasar página cuando no has empezado el duelo». Al dolor por la pérdida se unió un caos burocrático por la situación. Algunos tardaron días en localizar los cuerpos. Dicen que hubo falta de información, «ningún documento que certifique que la persona que enterramos es mi padre».
Carmen fue una de las primeras víctimas de coronavirus en Galicia. Su hijo asegura que ni si quiera aparece en las estadísticas. Fueron meses de mucho sufrimiento y de mucha confusión. José María creía que su madre estaba bien «sus últimas palabras fueron «no te preocupes, todo está bien», pero a los días recibió una llamada de la residencia en la que estaba «donde me dijeron que mi madre se estaba muriendo. Mi madre vivió una guerra, una posguerra. No se merecía morir de esa manera».
Son miles de vidas truncadas por el coronavirus, un virus que también cambió de golpe las de sus familias.