La vida secreta de Pepe Rodríguez: negocio millonario, ayuda a toxicómanos, familia numerosa…

pepe rodriguez
pepe rodriguez

Según informa ABC, es conocido por ser uno de los chefs más reputados de nuestro país y ha conseguido ganarse el cariño del público gracias a su papel como jurado en el programa «Masterchef», pero pocos son los que conocen realmente a Pepe Rodríguez, poseedor gracias a su restaurante El Bohío, uno de los mejores de España, de una estrella Michelín.

A su lado siempre ha estado su mujer y mayor apoyo Mariví Fernández, que a pesar de mantenerse habitualmente en un discreto segundo plano, ha acompañado al cocinero a lo largo de su carrera e incluso se ha atrevido a aparecer en televisión. «Lo conocí en un bar que tiene él. Venía yo de jugar al tenis con unas amigas y dijimos de tomarnos una coca cola y él estaba ahí. Me fichó y cada vez que iba a Illescas ahí estaba él, esperándome», contó con gran naturalidad durante la última edición de «Masterchef Junior».

 

marivi fernandez

También confesó qué fue lo que le enamoró del chef: «Es una persona muy elegante, es un señor. Y luego su cocina, eso me enamoró». Viven juntos desde su juventud y ya pueden presumir de haber formado una familia numerosa muy unida. MaríaJesús y la pequeña Manuelason la mayor alegría de sus padres, que no dudan en celebrar junto a ellos sus mayores éxitos. 

Por separado

La suerte también ha sonreído a Pepe Rodríguez en lo profesional. Y es que lo suyo con los fogones le viene desde la cuna, tal y como recuerdan desde «Vanitaits». Todo comenzó cuando era joven y ayudaba a sus padres barriendo y limpiando la barra de su restaurante, aunque en sus planes nunca estuvo dedicarse a la cocina, la que es su mayor pasión actualmente. Eso sí, reconoce que una de las cosas más bonitas que le han pasado es poder dedicarse, a su vez, al mundo de la televisión. 

Su exitoso restaurante, en el que se han dejado fotografiar personalidades como el Rey Don Juan Carlos o la Infanta Doña Pilar -fallecida el pasado mes de enero-, fue fundado en 1934 por su abuela Valentina, y la hermana de esta, Romana. Hasta hace bien poco su hermano Diego y él eran los jefes de cocina y de sala, respectivamente, mientras que su padre es el administrador. No obstante, tras toda una vida trabajando mano a mano, su hermano se desvinculó del negocio familiar, emprendiendo caminos separados. «Nosotros somos totalmente diferentes, quizá por eso hemos estado 40 años juntos. Ahora por circunstancias, él se ha ido, y creo que ha hecho un bien al restaurante. Le deseo lo mejor del mundo, pero creo que ese parón ha venido estupendamente, porque íbamos como pollos sin cabeza. No es fácil», reconocía en una reciente entrevista para «La Vanguardia». 

Los números no engañan y, según el último ejercicio contable, el negocio registró 246.898 euros de beneficios, recoge el medio citado, y añaden que la empresa tiene un activo de 1,1 millones de euros. A este exitoso negocio se le suman varias empresas más, relacionadas también con el mundo de la cocina. 

Ayuda a toxicómanos

Otra de las facetas más desconocidas de Pepe Rodríguez tiene que ver con su relación con las drogas. Cuando tenía 20 años comenzó a ser consciente de la magnitud de este problema en nuestro país y decidió poner su granito de arena para ayudar a combatir esta lacra. Fue gracias a un profesor que había dejado la docencia para ayudar a adictos a reinsertarse: «Un día me crucé con él y no pude contenerme: le pregunté si necesitaba algo y me dijo que al día siguiente me esperaba en su casa. A partir de entonces estuvimos un montón de años llevando a adictos a centros; montamos una asociación, colaboramos con las familias y con psicólogos. Le dedicamos nuestro tiempo a esa causa y fue una etapa preciosa», confesó también en la citada entrevista a «La Vanguardia».