La publicación de tesis negacionistas en dos revistas especializadas aviva el debate de la infodemia científica

58 2 1
58 2 1

investigador alemán Harald Walach ha acercado el debate de la infoxicación a la comunidad científica. Este defensor de la homeopatía y de otras pseudociencias consiguió publicar el pasado mes de junio dos estudios en las revistas especializadas ‘Vaccines’ y ‘JAMA Pediatrics’ en los que sostenía argumentos como que las mascarillas son peligrosas para los niños o que las vacunas contra el coronavirus provocan un número similar de muertes de las que salvan.

Estas tesis, ampliamente refutadas por la ciencia, han sido dos de los pilares sobre los que se ha sostenido el ideario de los colectivos negacionistas durante toda la pandemia. El hecho de que revistas científicas publicaran estas conclusiones, de alguna manera, les venía a dar una razón a la que agarrarse para sostener su mensaje.

Estos trabajos «no han tenido ningún tipo de control ni han sido revisados por la comunidad científica. Pueden incluir datos erróneos o conclusiones precipitadas», afirma a Antena 3 Noticias Daniel Torres-Salinas, doctor en Documentación Científica por la Universidad de Granada.

Cantidad frente a calidad

La controversia generada por Walach trae a primer plano una de las cuestiones medulares en el mundo científico: la promoción de la carrera de un investigador dirigida por una carretera de sentido único, la «publicar o perecer». Eva Méndez, rectora de Política Científica en la Universidad Carlos III de Madrid, aboga por una reevaluación de las prioridades «no basada en la cantidad, sino en la calidad, en la excelencia».

Hasta el 31 de mayo se han publicado 464.217 estudios sobre el coronavirus en todo el mundo. Más de un millar al día. Y las previsiones dicen que van a ir a más, con estimaciones que hablan de casi un millón de trabajos antes de que termine el año. El aluvión de voces expertas es abrumador y el caso de Walach demuestra que, de vez en cuando, se cuela alguna que no lo es tanto.

La receta para combatir esta infodemia científica es la misma que podemos aplicar a otras disciplinas, como la información. «Lo que no podemos hacer es ir a Google y poner ‘Covid-19’ a ver qué pasa», avisa Eva Méndez.