La Policía Nacional ha detenido en Miranda de Ebro (Burgos) a un jubilado de 74 años por su presunta relación con el envío de las cartas explosivas

detenido en burgos por la campana de cartas incendiarios
detenido en burgos por la campana de cartas incendiarios

La Policía Nacional ha detenido en Miranda de Ebro (Burgos) a un hombre por su presunta relación con el envío de las cartas explosivas que el pasado mes de noviembre fueron remitidas a las embajadas de Ucrania y EEUU, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a otros organismos, entre ellos el Ministerio de Defensa. Se trataría de un jubilado de 74 años, según han confirmado a Europa Press fuentes de la investigación, que ha sido arrestado.

El pasado mes de noviembre los servicios del Departamento de Seguridad del Gobierno detectaron, durante el proceso de cribado y filtrado de la correspondencia, una carta remitida por correo postal ordinario con material explosivo dirigida al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Otras cinco cartas similares fueron recibidas en las Embajadas de Ucrania —donde resultó herido leve un vigilante de seguridad— y EEUU en Madrid, en la empresa armamentística Instalaza de Zaragoza, en el Centro de Satélites de la UE en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz y en el Ministerio de Defensa.

El 3 de enero el juez de la Audiencia Nacional que investiga el envío de esta serie de cartas explosivas acordó abrir una nueva línea de investigación en la causa para llevar a cabo una serie de pesquisas de carácter tecnológico.

La operación que instruye el juzgado número 4 de la Audiencia Nacional sigue abierta en estos momentos, cuando se sigue registrando el domicilio del jubilado de Miranda de Ebro.

¿Rusia como inductora?

El pasado 23 de enero el diario New York Times informaba de que los servicios de inteligencia de EEUU apuntaban a Rusia como inductora de los envíos. Concretamente señalaban que detrás del envío de estas cartas podría estar la organización de extrema derecha Movimiento Imperial Ruso, con buenos contactos tanto en el Kremlin como en los servicios de inteligencia rusos y que, entre otras cosas, tendría un campo de entrenamiento paramilitar en las cercanías de San Petersburgo. Una organización que tiene relaciones con grupos afines de toda Europa y algunos de cuyos líderes estuvieran de visita en España hace más de un año.

El diario estadounidense señalaba que los autores habrían sido alguno de los grupúsculos de extrema derecha españoles con buenas relaciones con el Movimiento Imperial Ruso y que uno de los objetivos habría sido ver la capacidad que tendría Rusia para poder golpear y desestabilizar a los países que están apoyando a Ucrania sin necesidad de escalar el conflicto a una situación de guerra de facto entre los países de la OTAN y Moscú.