El alza en la factura eléctrica impulsa la inflación a máximos de 16 meses, mientras Red Eléctrica advierte de riesgos por tensión en el sistema energético.
El IPC marca máximos por la electricidad y el transporte
El Índice de Precios de Consumo (IPC) ha subido en octubre hasta el 3,1%, alcanzando su nivel más alto en 16 meses, según los datos adelantados por el INE. Esta escalada inflacionaria se percibe con claridad en la cesta de la compra, los viajes y, de forma destacada, en la factura de la luz.
El alza del precio eléctrico coincide con cambios recientes en el mix energético nacional, que han obligado a incrementar el uso del gas para garantizar la estabilidad del suministro ante los riesgos de tensión en la red.
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Red Eléctrica alerta de riesgo inminente
Por primera vez, Red Eléctrica ha reconocido que el sistema nacional vuelve a estar en riesgo de apagón, lo que ha generado preocupación en el sector y entre los consumidores. La compañía vincula este riesgo con variaciones bruscas en la generación renovable, lo que supone un giro respecto a su postura de los últimos meses.
“Red Eléctrica tiene miedo a una nueva crisis que nos lleve a negro”, señalan fuentes expertas, en referencia a un posible ‘cero energético’, como el ocurrido el pasado 28 de abril, considerado el peor apagón de la historia reciente en España.
Este cambio en la narrativa pone en evidencia una inestabilidad estructural del sistema eléctrico, agravada por la transición energética acelerada y la falta de infraestructuras de respaldo para absorber los picos y caídas de generación renovable.
Repercusiones directas en el bolsillo de los ciudadanos
El uso intensivo de centrales de gas para asegurar la estabilidad de la red encarece el coste final de la energía. Esta subida ha tenido impacto directo en la factura eléctrica de los hogares y ha sido uno de los factores clave del repunte del IPC en octubre.
Además, la inflación subyacente, que excluye los productos más volátiles como energía y alimentos no elaborados, ha subido hasta el 2,5%, lo que revela un encarecimiento estructural de los costes de producción.
Según expertos económicos, el incremento en energía, costes laborales e impuestos se está trasladando en bloque al coste bruto de producción, provocando un encarecimiento generalizado en toda la cadena, que acaba repercutiendo en el consumidor final.
Posible alivio con la prórroga de la central de Almaraz
En medio de esta incertidumbre, las empresas eléctricas que gestionan la central nuclear de Almaraz han solicitado formalmente la continuidad de su operación. De aprobarse la prórroga, podría suponer “un respiro en la factura”, según ha señalado una experta en economía energética.
Esta decisión podría contribuir a rebajar la presión sobre el sistema y garantizar una mayor estabilidad en el suministro eléctrico, aunque su aprobación aún está pendiente.
Incertidumbre energética con impacto económico
La advertencia de Red Eléctrica y los precedentes recientes ponen de manifiesto una fragilidad creciente en el sistema energético, que amenaza con impactos económicos directos y riesgos para la seguridad energética nacional.
En este contexto, los consumidores afrontan una combinación de precios al alza, tensión en el sistema eléctrico y falta de claridad institucional sobre cómo se abordarán las deficiencias estructurales del modelo energético.
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