La Gerencia de Atención Integrada de Ciudad Real, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha desarrollado un método innovador que incorpora la experiencia del paciente en la toma de decisiones, con el objetivo de mejorar el sistema sanitario. Este enfoque se basa en la Investigación de Acción Participativa (IAP), una técnica que permite a los pacientes actuar como sujetos activos en la creación de soluciones, implicando a usuarios, cuidadores, familiares y profesionales en ciclos de interacción.
Este método ha sido implementado en el servicio de Neurocirugía a petición de los propios profesionales, con el propósito de mejorar el circuito de atención a los pacientes neuroquirúrgicos. Para ello, se han formado grupos de trabajo que incluyen a diez profesionales sanitarios, once pacientes tratados en Neurocirugía o en espera de tratamiento, y cuatro acompañantes que representan la voz de los cuidadores.
Las áreas implicadas en este proceso incluyen Atención Primaria, Neurocirugía, el Servicio de Atención a Personas, Admisión, Calidad, Documentación Clínica y Humanización, a las que en fases posteriores se suman también Unidad del Dolor, Traumatología y Rehabilitación.
Un estudio para diseñar planes estratégicos
El estudio, realizado en colaboración con el Instituto de Experiencia del Paciente, ha producido conclusiones que permiten diseñar planes estratégicos. La Gerencia de Atención Integrada de Ciudad Real ha consolidado este método con buenos resultados, y se planea su extensión a otras áreas del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha como parte del Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria.
Conclusiones del estudio: la importancia del acompañamiento emocional
El análisis del servicio de Neurocirugía se ha centrado en pacientes en espera de intervención neuroquirúrgica, quienes suelen experimentar dolor crónico que afecta gravemente su calidad de vida y puede derivar en tristeza o depresión. El estudio ha identificado tres puntos clave de actuación, siendo uno de los principales la mejora de la fase diagnóstica. Durante esta etapa, los pacientes solicitan mayor información sobre el circuito asistencial, así como sobre el tiempo de espera entre el diagnóstico y la intervención quirúrgica.
El estudio revela que esta espera genera una sensación de incertidumbre que afecta la salud emocional del paciente. Para dar respuesta, se han diseñado planes específicos que incluyen la definición de un circuito de derivación basado en criterios consensuados entre Neurocirugía y Atención Primaria, que prioriza el dolor en patologías de columna y tiene en cuenta la experiencia del paciente.
Mejoras en el circuito asistencial
Estas mejoras permitirán compartir protocolos de derivación entre especialistas y establecer escalas para medir el estado de salud y la experiencia de dolor del paciente. Se marcarán las necesidades de revisión de medicación y se proporcionarán recomendaciones para atención en salud mental en las distintas fases del proceso clínico.
El circuito de coordinación asistencial también garantizará una información continua para el paciente desde el inicio, con detalles sobre los distintos tratamientos disponibles, incluyendo el tipo de terapia (infiltración, bloqueo, cirugía), expectativas sobre resultados, derivaciones y tiempo de espera aproximado.
El estudio destaca que los pacientes en espera quirúrgica enfrentan dificultades emocionales, ya que la incertidumbre sobre el tiempo de espera dificulta el manejo de la angustia y la posibilidad de desarrollar estrategias de afrontamiento. Esto, a su vez, interfiere en su capacidad para planificar su vida.
Potenciación de la coordinación y el apoyo emocional
El objetivo final de este proyecto es optimizar la coordinación entre profesionales de distintos servicios y niveles asistenciales, incluyendo a los profesionales de Salud Mental. Además, se pretende potenciar el papel de Enfermería en la gestión de casos, asegurando la coordinación y el apoyo emocional al paciente en las distintas fases de su proceso clínico.