Con Guadalajara como la ciudad con mayor bajada, de un 10,28 %
La crisis del coronavirus ha acelerado el descenso del precio de la vivienda de segunda mano en España, que en el primer semestre del año alcanzó los 2.245 euros por metro cuadrado, un 4,94 % menos que en el mismo período del año anterior, con Guadalajara como la ciudad con mayor bajada, de un 10,28 %.
El «Informe sobre el mercado de la vivienda» realizado por la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y el Grupo Tecnocasa, que se hace con datos reales de las operaciones intermediadas por el grupo, recuerda que ya en el segundo semestre de 2019 el precio de la vivienda en España bajó en tasa interanual un 2,1 %.
Las ciudades de Barcelona y Madrid registraron importantes caídas, 7,21 % y 4,46 %, respectivamente, y fueron las primeras en anotar descensos de los precios, además de ser las poblaciones que han marcado la tendencia de lo que sucederá en el resto del país.
Otras ciudades también registraron bajadas de precios destacadas, como Sevilla, con un descenso respecto al primer semestre de 2019 del 8,21 %, o Guadalajara, del 10,28 %.
De acuerdo con los datos de dicho informe, el precio de la vivienda de segunda mano en Guadalajara bajó de los 1.196 euros el metro cuadrado que había en el primer semestre de 2019 a 1.073 euros el metro cuadrado en lo seis primeros meses de este año-.
Otra ciudad que también figura entre las que tuvo una mayor bajada es Talavera de la Reina, donde el precio de la vivienda de segunda mano bajó un 7,91 por ciento, al pasar de 632 euros por metro cuadrado a 582 euros el metro cuadrado.
Aunque es difícil predecir el comportamiento del mercado ante la incertidumbre de los próximos meses, el director del departamento de Análisis e Informes del grupo Tecnocasa, Lázaro Cubero, cree que todo hace pensar que se seguirá moviendo en estos parámetros.
La compraventa de viviendas durante el primer semestre bajó un 16 %, aunque en ciudades como Barcelona el porcentaje llegó al 17,8 %.
El descenso del precio de la vivienda ha venido acompañado de más negociaciones y rebajas de los precios de salida de los pisos, cuya media ronda el 4 %.
Otra tendencia detectada es que los pisos se compran para vivir y los pequeños inversores que suelen adquirir inmuebles para alquilar se han reducido de manera considerable y están a la espera de que mejore la incertidumbre y, en parte, están desanimados por la bajada del precio de los arriendos.
El número de inversores a nivel nacional se sitúa en el 25,1 %, dato que en 2019 fue del 26,5 %, mientras que el porcentaje máximo de inversores se alcanzó en 2017, con casi el 30 % de las compraventas realizadas.
Pese a la COVID-19, la actividad inmobiliaria se «ha normalizado» en cuanto las visitas y compras, según Cubero, ya que el número de solicitudes de compra alcanzó en junio los niveles de principios de año y el número se visitas se recuperó al ritmo previo a la pandemia y se ha registrado un importante aumento de las solicitudes telemáticas.
En el primer semestre, la hipoteca media se situó en 121.597 euros, un 0,90 % más, y el importe medio de la cuota mensual que pagan los clientes fue de unos 463 euros, lo que representa el 30 % de los ingresos medios.
El consejero delegado del Grupo Tecnocasa, Paolo Boarini, ha destacado que la situación actual derivada de la COVID-19 es muy diferente a la de crisis económica de 2008, cuando el sector inmobiliario fue uno de los más perjudicados.
En la actual crisis, el sector ha sufrido, sobre todo, durante las primeras semanas de confinamiento estricto, pero ahora se están reactivando muchas compraventas y se está recuperando el volumen de operaciones en el último trimestre del año.
Además, Boarini ha destacado que los bancos ahora han reaccionado de manera muy diferente a como lo hicieron en la anterior crisis y «no han cerrado el grifo» del crédito ni han endurecido los parámetros de riesgo.