La central nuclear de Trillo, en Guadalajara, podría convertirse en un futuro en productora del isótopo lutecio-177, un elemento radiactivo que sirve de base para fabricar radiofármacos utilizados para combatir distintos tipos de cáncer.
Según ha anunciado la sociedad Centrales Nucleares Almaraz-Trillo, la central ha emprendido un proyecto en colaboración con la compañía francesa Framatome para estudiar si es posible la producción comercial de este isótopo en el reactor de la central de Guadalajara.
Actualmente, señala la empresa, «se están realizando una serie de ensayos que, en caso de ofrecer resultados satisfactorios, permitirían efectuar pruebas operativas en la central de Trillo«. La central, explican, ya efectuó en 2022 «una serie de modificaciones en la instalación» para realizar estas pruebas.
El lutecio-177 es uno de los isótopos utilizados en la denominada medicina nuclear, dedicada al diagnóstico de enfermedades o el tratamiento de distintos tipos de cáncer. Consiste en la administración de una dosis de sustancias radiactivas en forma líquida, generalmente por vía intravenosa, capaces de actuar de forma localizada contra las células malignas.
Los denominados radioisótopos se producen mediante reactores o aceleradores de partículas y posteriormente se adhieren a determinadas moléculas creando los denominados radiofármacos. Según la Agencia Internacional de la Energía, en las cuatro décadas de desarrollo de la medicina nuclear se han desarrollado más de cien radiofármacos, capaces de dirigirse a tumores concretos como tiroideos, linfomas o pancréaticos y administrar la radiación sólo al tejido dañado. La radiación que portan es capaz de alterar el ADN de las células malignas destruyéndolas, sin afectar a órganos sanos.
Si fructifica el proyecto que ahora comienza, la central de Trillo se convertiría en una «fábrica» de lutecio-177, considerado especialmente eficaz para el tratamiento de tumores neuroendocrinos y el cáncer de próstata. Hace unos meses, otra central, la de Bruce en Ontario, Canadá, se convirtió en el primer reactor nuclear comercial en fabricar lutecio-177.
En el proyecto, en el que también participó la francesa Framatome a través de la compañía Isogen, se consiguió generar el isótopo mediante un nuevo sistema de producción instalado en la unidad 7 de la central canadiense. Como destacó en su día Foro Nuclear, se trató de la primera vez en que se producía ese isótopo médico en un reactor comercial.