Es probable que las 184 plantas de marihuana localizadas el domicilio no fueran las primeras. Por lo menos eso hace pensar la gran cantidad de útiles para el cultivo que se encontraron en el inmueble.
Doce lámparas dirigidas a la producción, tres deshumidificadores, un extractor, seis ventiladores y varios programas dirigidos al corte eléctrico. Un sistema rudimentario pero mecanizado y efectivo, como se puede apreciar en las imágenes que los agentes grabaron al acceder al interior de la vivienda. Además también se localizaron varias bolsas de plástico ya preparadas que contenían en su interior un total de 540 gramos de cogollos secos listos para su consumo.
Al no encontrarse muestras de una muerte violenta en el cadáver, la investigación de la Guardia Civil se centró en conocer si esta plantación pertenecía solo al fallecido o si había más personas implicadas.
Fruto de esas pesquisas se pudo identificar a un colaborador, un cómplice que habría participado en este sistema presuntamente orquestado para la venta de marihuana a pequeños consumidores, y que ahora tendrá que responder como investigado por un supuesto delito contra la salud pública.
Los elementos incautados han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción y Primera Instancia de Negreira, que será el encargado de continuar ahora con las investigaciones.