24 de noviembre cumpliremos 30 años sin Freddie Mercury. El mito del líder de Queen sigue muy presente, sus hitos en la música y la cultura todavía quedan muy lejos de desvanecerse.
La noche del viernes 22 de noviembre de 1991, Freddie Mercury redactó una carta junto a Jim Beach dirigida al mundo entero con el propósito de anunciar unas horas antes de su muerte que tenía SIDA.
La gran estrella de rock de Queen visibilizaba al mundo entero una enfermedad con la que estaba conviviendo varios años y que azotó duramente los años 80 y 90.
En ese preciso momento, esta información sobre Mercury la tenían muy pocas personas del circulo más cercano del artista. Su pareja, Jim Hutton; su ex novia y amiga de siempre, Mary Austin y Jim Beach, mánager de Queen. El resto de los miembros de la banda lo supieron cuando ya mostró los primeros síntomas, el cantante les pidió que lo mantuvieran en secreto.
“Como consecuencia de las grandes conjeturas aparecidas en la prensa en las dos últimas semanas, es mi deseo confirmar que me he hecho las pruebas de VIH y tengo sida. Creo que ha sido conveniente el mantener esta información en secreto para proteger la intimidad de los que me rodean”, así es como comenzó el último comunicado del gran Freddie Mercury que nos dejaba apenas unas horas más tarde.
«Ha llegado el momento de que mis amigos y mis fans en todo el mundo conozcan la verdad, y deseo que todos se unan a mí, a mis médicos y a todos los que padecen esta terrible enfermedad para luchar contra ella. Mi privacidad siempre ha sido especial para mí y soy famoso por casi no dar entrevistas. Por favor entiendan que esa política continuará”.
El adiós en los escenarios
Volamos al famoso Knebworth Park (Londres) donde muchas de los grandes artistas de rock han ofrecidos espectáculos únicos. La noche del sábado nueve de agosto de 1986, esta localidad de Stevenage, al norte de Londres quedó abarrotada de 120.000 personas para ver a Queen. No había ni un solo hueco disponible, lo único que iba a más era el furor de la personas que iban a ver a la banda.
Lo realmente único de aquella velada, es que, sin saberlo, iban a presenciar el último concierto de Queen con su formación original y con Freddie Mercury a la cabeza.
“Gracias, bellas personas. Ustedes son tremendos, han sido un público realmente especial. Muchísimas gracias, buenas noches. Dulces sueños, los amamos”, concluía Mercury al acabar la actuación. Fue su última aparición en un escenario.
Pese a no acudir más a un escenario, editaría dos discos y un tercero póstumo, realizaría varios trabajos como solista y lo más importante, comenzó a asumir y vivir con la enfermedad.
Al acabar la gira ‘Magic Tour’ de 1986, se instaló en una mansión en Garden Lodge (Londres) y comenzó a distanciarse de lo público. La salud del cantante se deterioró progresivamente a causa del VIH. Confirmó sus sospechas en 1987 tras ser incentivado a realizar un test por su expareja y única novia, Mary Austin. Desde aquel momento fue consciente de su nueva vida hasta que dijera adiós en 1991.
Un último videoclip
Mercury grabó su último videoclip meses antes de morir. Con un cuerpo ya desgastado y debilitado preso de la enfermedad. El requisito que impuso el cantante para grabar este último videoclip llamado ‘These are days of our lifes’ fue que debía grabarse en blanco y negro para disimular su palidez y delgadez.
Se necesitaron varias capas de maquillaje para ocultar las marcas que presentaba en su piel.
El adiós de uno de los más grandes
La noche del anuncio oficial sus amigos íntimos Elton John y Dave Clark acudieron a visitarle aunque solo aguantaba con vida ayudado por la morfina.
Unas horas más tarde, el 24 de noviembre de 1991, una de las figuras más grandes y emblemáticas del mundo de la música nos dejaba. El mito murió a los 45 años a causa de una bronconeumonía que se complicó por el VIH, acompañado de su novio, Jim Hutton.
Freddy Mercury sigue siendo uno de los grandes referentes tanto en el mundo de la música como en la lucha contra la enfermedad.