Sentencia de la Audiencia de Barcelona: Detalles del Caso
La Audiencia de Barcelona ha emitido una sentencia condenatoria contra Miquel Buch, exconseller de Interior de la Generalitat de Cataluña, sentenciándolo a 4 años y medio de prisión y 9 años de inhabilitación. La condena se debe a la contratación irregular de un sargento de los Mossos d’Esquadra como asesor, con el objetivo de que continuara ejerciendo como escolta de Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat, tras su huida de España.
Acusaciones de la Fiscalía: Malversación y Prevaricación
La Fiscalía había solicitado una pena más severa para Buch, pidiendo seis años de cárcel y 27 años de inhabilitación. Se le acusaba de los delitos de malversación de fondos públicos y prevaricación. Según la acusación, Buch nombró en 2018 a Lluís E., un mosso d’esquadra, como asesor en el Departamento de Interior de forma arbitraria.
Contexto: La Fuga de Puigdemont y la Contratación de Escolta
La contratación del sargento de los Mossos d’Esquadra como asesor tenía como objetivo que este continuara en su rol de escolta de Carles Puigdemont, quien huyó de España tras el referéndum de independencia de Cataluña en 2017. La decisión de Buch de contratar al mosso como asesor ha sido considerada por la Audiencia de Barcelona como una acción ilegal y arbitraria.
Consecuencias: Inhabilitación y Repercusiones Políticas
La sentencia no solo implica una pena de cárcel para Buch sino también una inhabilitación para ejercer cargos públicos durante 9 años, lo que podría tener importantes repercusiones en su carrera política. La decisión judicial podría abrir un nuevo capítulo en el ya complejo escenario político catalán, especialmente en lo que respecta a las tensiones entre el Gobierno central y la Generalitat.
Un Caso que Añade Complejidad al Escenario Político Catalán
La condena a Miquel Buch añade una nueva capa de complejidad al delicado escenario político en Cataluña. La sentencia pone de relieve las tensiones legales y éticas en torno a las decisiones tomadas por los funcionarios públicos, y podría tener un impacto significativo en las futuras relaciones entre la Generalitat y el Gobierno central de España.