Pero la falta de precipitaciones tiene otras consecuencias. El sector ganadero, por ejemplo, que ya se enfrenta a varios problemas de otra índole, motivados por la crisis económica, asegura que la sequía está afectando al regadío y a los cultivos tempranos y que, además, pone en riesgo toda la campaña de este año.
Problemas de salud
Tras los incendios y la agricultura, existe un tercer inconveniente no menos grave y que es una consecuencia directa de la falta de precipitaciones: los problemas de salud.
La sequía deriva, en la mayoría de ocasiones, en problemas de respiratorios para muchas personas. El polvo que flota en el ambiente no se elimina y acaba provocando una irritación en los conductos de los pulmones, señalan los expertos.
Además, en periodos largos de sequía, como el actual, las temporadas de polen llegan antes y duran más. Con el ambiente seco, dicho polen se mantiene mas tiempo en el aire.
«En el año 2030, 2040 o 2050 el 50% de la población puede desarrollar alergias» como consecuencia de este fenómoeno, augura el presidente de la Sociedad español de Alergología, Antonio Valero.
Multas por consumo excesivo de agua
En algunas localidades españolas ya se han comenzado a tomar medidas drásticas para hacer frente a esta escasez de agua. Un buen ejemplo de ello es Alhaurín de la Torre, en Málaga.
«Hay que consumir un 20% o un 30% menos de agua para que en verano no tengamos que adoptar medidas muy duras», explica Joaquín Vilanova, alcalde del municipio, que multará a quien se pase del cupo.