Estas serían las consecuencias para Europa si Rusia corta el suministro de gas a nuestro continente

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en el suministro de gas, puesto que gran parte de Europa tiene dependencia de los rusos en este aspecto y no resulta tan sencillo cortar dichos lazos de un día para otro, sino que deben buscarse alternativas para garantizar el suministro en los tiempos que vengan.

Un 40 % del total de gas que llega a Europa tiene su origen en Rusia, que abastece a la mayor parte de países del continente, principalmente a los ubicados en el este. Uno de ellos es Bulgaria, que admite tener «una dependencia total» del gas ruso y, por ahora, se ve incapaz de autoabastecerse o de buscar una alternativa al gas que importa Rusia.

Otros países como Italia se dan un plazo de 30 meses, cifra equivalente a dos años y medio, para que ya no tengan que depender del gas ruso. Un plan a largo plazo que, de llevarse a cabo, se lograría por completo en septiembre de 2024. El gas es uno de los puntos más débiles de Europa y que más favorece a Rusia, cuyas sanciones se ven menos limitadas en este aspecto.

El problema de la dependencia del gas

España importa gas principalmente por gasoductos que proceden del norte de África, concretamente por Argelia, y posteriormente, circulando por Marruecos. Ello llegó a generar una gran preocupación tras la crisis diplomática entre ambos países, pensando que Argelia podría llegar a cortar el suministro, aunque finalmente no hubo más allá que la tensión dialéctica.

Otros países como Alemania también han tenido una gran dependencia de Rusia durante estos años, por el gasoducto Nord Stream 2, que procedía directamente del país dirigido por Vladímir Putin, y que ha supuesto uno de los mayores problemas diplomáticos entre ambos países desde que comenzara la guerra en Ucrania el pasado 24 de febrero.

Cada vez son más los líderes mundiales los que urgen a buscar una manera para que sus respectivos países puedan autoabastecerse sin tener que depender de nadie, puesto que, a la hora de situaciones como la actual, se convierte en un problema más que considerable, y ante el cual, la mayoría de naciones solo pueden buscar alternativas que cuajarán pasado un tiempo.