El inicio de 2025 registra uno de los balances más bajos de incendios en décadas, aunque el verano caluroso y seco mantiene el riesgo alto en toda la Península.
Un cambio de tendencia alentador, pero frágil
España, uno de los países más castigados por los incendios forestales cada verano, presenta en este 2025 uno de los inicios de año más esperanzadores en décadas, según los primeros datos del Ministerio para la Transición Ecológica. A fecha de 22 de junio, la superficie quemada en todo el país se limita a 16.734 hectáreas, lo que supone un 51,8% menos que la media de la última década y un 35,57% menos que en 2024.
Estos registros contrastan con el escenario habitual en esta época del año, donde las cifras suelen superar las 40.000 hectáreas arrasadas por el fuego. Según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS), hasta el 24 de junio se contabilizan 14.263 hectáreas, una de las más bajas desde que hay registros, situando a España en una situación más contenida frente al resto del continente europeo.
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Lluvias primaverales, la clave del descenso
Los expertos coinciden en señalar que las lluvias abundantes de marzo, abril y mayo han sido determinantes para frenar el avance del fuego. Según Ferran Dalmau, ingeniero forestal y especialista en extinción, “estamos aguantando bien porque aún hay agua en el suelo. La primavera lluviosa ha impedido que los incendios muestren todo su potencial”.
Sin embargo, los especialistas advierten de que este buen arranque no garantiza un verano tranquilo. Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) apuntan a un verano más caluroso de lo normal, con probabilidades de hasta el 70% de superar las temperaturas habituales en áreas como el Mediterráneo, Baleares y Canarias.
Julio y agosto, meses críticos para los incendios
Aunque el primer semestre ofrece motivos para el optimismo, la amenaza no ha desaparecido. Los meses de julio y agosto, tradicionalmente los más devastadores en términos de incendios, se anuncian especialmente calurosos. Este último fin de semana de junio, España experimenta ya su primera ola de calor, con temperaturas superiores a los 40 ºC en numerosos puntos del país.
La alta temperatura, combinada con el descenso progresivo de la humedad del suelo y la negligencia humana, que según WWF está detrás del 95% de los incendios, podrían disparar los fuegos si no se extreman las precauciones.
Europa se quema: sube el riesgo en todo el continente
Mientras España muestra una tendencia positiva, el resto de Europa sufre un escenario muy distinto. Según EFFIS, en la Unión Europea se han perdido ya 186.804 hectáreas desde el 1 de enero hasta el 15 de junio, lo que representa un incremento del 153% respecto al año anterior.
Casos alarmantes en el continente:
- Rumanía: 121.018 hectáreas arrasadas. Es el país más afectado hasta ahora.
- Reino Unido: más de 35.000 hectáreas calcinadas en 168 incendios, superando récords históricos.
- Francia: 19.052 hectáreas quemadas, un 165% por encima de la media entre 2006 y 2023.
- Alemania: 2.700 hectáreas calcinadas, un aumento del 660% respecto a la media de los últimos 18 años.
En estos países, las sequías prolongadas, las altas temperaturas y el cambio climático están empujando los límites del riesgo. Ulrich Cimolino, del grupo de incendios forestales de la Asociación Alemana de Bomberos, ha alertado del peligro creciente ante la falta de lluvias, mientras que Phil Garrigan, del Consejo Nacional de Jefes de Bomberos británico, ha criticado la escasez de recursos ante la magnitud de los nuevos incendios.
España, en una tregua vulnerable
La situación de España en 2025 refleja una anomalía positiva dentro del conjunto europeo, pero los expertos insisten en que no hay lugar para la relajación. El suelo aún conserva humedad, pero podría secarse rápidamente en las próximas semanas, haciendo que cualquier chispa genere fuegos incontrolables.
Las autoridades llaman a extremar las medidas de prevención, especialmente en entornos rurales, forestales y en espacios naturales protegidos. Evitar quemas agrícolas, restringir barbacoas y denunciar comportamientos negligentes es clave para mantener el control sobre la temporada de incendios.
Recomendaciones frente al riesgo de incendios
Las autoridades y organizaciones medioambientales recuerdan varias medidas esenciales:
- Evitar cualquier actividad que pueda generar chispas o llamas en entornos naturales.
- No abandonar residuos como botellas de vidrio o colillas en el campo.
- Extremar la vigilancia en zonas de riesgo y ante cualquier humo sospechoso, llamar al 112.
- Respetar las restricciones de acceso a zonas forestales cuando estén activadas.
El comportamiento ciudadano será clave para mantener este descenso histórico en la superficie quemada. Los próximos dos meses marcarán el balance definitivo de una temporada que, por ahora, ofrece una tregua poco habitual, pero aún frágil.
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