La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha revisado al alza las previsiones de crecimiento económico de España para el 2024, estableciendo un nuevo pronóstico del 1,8%, un incremento de tres décimas comparado con las estimaciones previas. Esta mejora posiciona a España por encima de la media de crecimiento proyectada para la zona euro, la cual se sitúa en el 0,7% para 2024 y 1,5% para 2025.
Impulsores del Crecimiento y Retos Económicos
Según la OCDE, el crecimiento español estará sustentado por un consumo privado robusto, respaldado por un mercado laboral estable y un incremento en los ingresos reales. No obstante, la inflación se espera que descienda al 3% en 2024 y al 2,3% en 2025, ofreciendo un respiro a los consumidores y a la política monetaria.
Sin embargo, la inversión se anticipa débil para 2024, aunque se espera una mejora en 2025 gracias a la implementación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (RTRP) de España. Entre los riesgos destacados se incluyen las tensiones geopolíticas que podrían deteriorar la demanda en los principales socios comerciales de España y una posible implementación lenta del mencionado plan de recuperación.
Fiscalidad y Deuda Pública
La OCDE proyecta que el déficit presupuestario de España se reducirá al 3,3% del PIB en 2024, desde el 3,6% del año anterior, con una disminución adicional hasta el 2,6% en 2025. La deuda pública, por su parte, se espera que disminuya ligeramente del 107,1% del PIB en 2024 al 106,7% en 2025.
Recomendaciones para una Economía Sostenible
La consolidación fiscal aparece como una necesidad imperante para mantener la deuda en una trayectoria descendente, cumplir con las normas fiscales de la UE y generar espacio para futuras prioridades de gasto. La OCDE sugiere que cualquier consolidación fiscal debería apoyarse en la generación de ingresos adicionales, por ejemplo, a través de una ampliación de la base del IVA y el incremento de los impuestos medioambientales, además de mejorar la eficiencia del gasto público.
Además, la OCDE enfatiza la importancia de impulsar la productividad para fomentar un crecimiento sostenible, lo cual puede lograrse potenciando la innovación, mejorando las habilidades y reforzando los resultados educativos.