«Es muy peligroso señalar a Ana Botín, a Nacho Galán o a mí mismo». Así ha empezado la intervención de Antonio Garamendi, presidente del CEOE, en el Club Siglo XXI, en alusión a las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acusando a las empresas de ir en contra de los intereses de las clases medias. Garamendi, que ha convocado elecciones en CEOE para el próximo 23 de noviembre, ha subrayado que a la actual junta directiva de CEOE le mueva la «independencia», y que no están «a las órdenes de nadie», y ha reivindicado las palabras de Felipe González llamando a ser «hijos de la transición» y no «nietos de la Guerra».
En esta comida, Garamendi ha estado apoyado por el presidente de ATA, Lorenzo Amor; el presidente de la CNC, Pedro Fernández Alén, o el presidente de Asaja, Pedro Barato, y la presidenta de la AEB, Alejandra Kindelán. Sin embargo, no ha acudido al evento el presidente de Cepyme y vicepresidente de CEOE, Gerardo Cuerva, quien se ha especulado con que podría presentar su candidatura pero que ha hecho público su apoyo a Garamendi.
A partir de aquí, el presidente de CEOE ha reivindicado la salida de la crisis de 2007 y la reforma laboral del PP, en un momento muy diferente en el que la Comisión Europea era más exigente con la senda de consolidación fiscal con los los gobiernos, y en el que ha destacado que no se rescató, no realmente a la banca, sino a las cajas de ahorros. «Luego vino la covid», ha advertido.
Garamendi ha subrayado el incremento de la recaudación, de más de 22.000 millones, y ha reclamado al Gobierno que deflacte la tarifa del IRPF en un contexto de elevada inflación.
Sobre el pacto de rentas, ha considerado que el Gobierno está intentando que en ese foro se negocie la subida salarial en convenio (AENC), cuestión bilateral suya con los sindicatos, ha advertido de que «la subida del SMI está empezando a invadir el espacio de los convenios», y ha insistido que lo que se pacte en la AENC es una «recomendación». En este escenario, Garamendi ha señalado que la ministra «apoya» a los sindicatos, en alusión a Yolanda Díaz, y «van en comandita».
En suma, ha lamentado que no haya una actitud de diálogo desde el Gobierno y sindicatos, ya que sólo aceptan lo que ellos plantean, y si no acusan al oponente de no querer dialogar.