La tecnología al servicio de la arqueología.
Una “embajada” fue descubierta gracias a escaneos láser en territorio maya, en la antigua ciudad de Tikal, actual Guatemala. Pertenecía a la ciudad-estado de Teotihuacán, que tras una guerra la conquistó a finales del siglo IV. Permaneció oculta durante más de 1.600 años.
Tikal y Teotihuacán fueron rivales durante varias décadas, llegando los segundos a construir una “embajada” en territorio maya. Era una especie de base diplomática, con todos los elementos arquitectónicos de Teotihuacán.
El escaneo con tecnología de detección y alcance de luz, LiDAR, se realizó en 2018, a cargo de la Fundación para el Patrimonio Cultural y Natural Maya. Allí se observaron, en medio de la maleza y los escombros, siluetas de una construcción antiquísima. Pero solo podía verse eso, las siluetas, y nada más.
En 2020, Edwin Román-Ramírez, director del Proyecto Arqueológico Tikal Sur, comenzó a excavar, descubriendo las estructuras originales. Estaban hechas de tierra y estuco, material que no era utilizado por los mayas.
¿Por qué pensaron en una “embajada” en el corazón de los mayas?
Señalan las autoridades que, en lugar de parecerse a la estructura tradicional de los mayas, los edificios eran casi iguales a los de Teotihuacán, a casi mil kilómetros de distancia. Esto hace pensar a los arqueólogos que era una especie de “embajada”, de centro diplomático de la civilización, que se hallaba ubicada en la actual México.
En el sitio encontraron artículos teotihuacanos de principios del siglo IV, como dardos hechos de obsidiana verde y tallas del dios de la lluvia de su civilización. Además hallaron algunas cerámicas antiguas, que dan una idea sobre el comienzo de la construcción de la “embajada”: en el año 278 después de Cristo.
“El hallazgo demostró que personas que eran de Teotihuacán, o estrechamente asociadas con su cultura, también vivían en Tikal”, indicó Román-Ramírez en una conferencia de prensa.
De acuerdo con Stephen Houston, arqueólogo de la universidad Brown, el complejo descubierto parecía ser una réplica a medias de la Ciudadela, un conjunto ubicado en Teotihuacán que incluía el Templo de Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada.
Este templo es una pirámide de seis niveles, el tercer edificio de mayor tamaño de Teotihuacán. Quetzalcóatl era una de las deidades más antiguas e importantes entre los pueblos mesoamericanos.
El edificio se encontró en 1918.
Teorías acerca de la construcción
Interviene Román-Ramírez: “No estábamos claros si los mayas solo estaban emulando aspectos del reino más poderoso de la región. Ahora hay evidencia de que la relación era mucho más que eso”.
La teoría establece que la “embajada” fue construida mientras los lazos entre las civilizaciones estaban vigentes, gracias al respeto. Al ir a la guerra, venció Teotihuacán. No obstante, los investigadores esperan una mayor excavación y análisis de restos humanos en la cámara funeraria de Tikal, con el objeto de conseguir mayores detalles.
Ambas civilizaciones sucumbieron tras la llegada de los españoles, comandados por Hernán Cortés en el siglo XVI. No obstantes, los descendientes de los mayas aún vives entre varias poblaciones centroamericanas.
Mantienen un conjunto de tradiciones y creencias que pueden ser una fusión entre las culturas precolombinas y posteriores a la Conquista.